Algunos golpes que da la vida, son difíciles de afrontar. Pero existen personas que los toman como desafíos e incentivos para avanzar y crecer. Es el caso de Yanina Andrea Martínez, quien acaba de hacer historia para Argentina al conseguir una medalla de oro en los 100 metros en los Juegos Paralímpicos de Río de Janeiro 2016.
La rosarina, que cortó una sequía de 20 años sin preseas doradas para el país, padece una parálisis cerebral; pero esto no le ha impedido poder destacarse dentro del atletismo dentro de la categoría T36.
“Ir a Río es un sueño, quiero estar ahí, representando a la Argentina. Y si puedo ganar una medalla, mejor”, declaró en la previa la deportista, que ya había dado qué hablar en el Mundial de Atletismo adaptado de Qatar (plata en los 100 metros y bronce en los 200) y en los Juegos Parapanamericanos de Toronto (dos medallas de oro).
En su vida deportiva, fue vital el acompañamiento de su madre, Claudia, y el de sus hermanos Javier y Tamara. La relación de Yanina (padece cuadriplejia moderada, con 4 miembros afectados) con el deporte nació en 2004. “Primero hizo natación, y luego, desde 2006, arrancó con el atletismo. Mi intención fue volcarla al deporte para que se integre. Y ella con el atletismo es sumamente feliz. Se ríe, se divierte, la pasa bárbaro”, explicó su mamá en declaraciones con Paradeportes.
La atleta que representa al club Río Negro de Rosario comenzó a trabajar con su actual entrenador, Martín Arroyo, hace once años, cuando él aún era un estudiante de educación física. Su grupo también está conformado por una psicóloga y una psicopedagoga, que la ayudan con su trabajo y vida cotidiana.
La participación en los Juegos Evita fue un punto de inflexión en su carrera, ya que allí la vieron y la comenzaron a convocar para la Selección. En 2009 tuvo su debut internacional, en el Parapanamericano de Menores celebrado en Bogotá, Colombia. Allí consiguió sus primeras medallas. Otro punto clave fue en 2013, cuando tuvo que dejar atrás una importante lesión, que le demandó mucho tiempo para poder volver a competir.
Durante su preparación de cara a Río 2016, la rosarina tuvo la posibilidad de competir con sus rivales directas, midiéndose contra las mejores en las pruebas de velocidad (Rusia, China, Alemania y Brasil). Todo esto fue posible gracias al aporte económico de la Municipalidad de Rosario y la provincia de Santa Fe, además del apoyo con el Centro Médico de Deporte Provincial (CeMeDeP), al que concurrió dos veces a la semana.
“Hoy se nota el cambio, Yanina creció mucho, maduró un montón. Y sin el esfuerzo y la ayuda del Enard y la Secretaría de Deportes sería complicado”, explicó su madre.