Con la llegada de los primeros ejemplares de orcas que se aproximaron a la colonia de lobos marinos de Punta Norte, dio comienzo la temporada de uno de los avistajes más difíciles y codiciados de la Península Valdés, en la provincia de Chubut.
Desde mediados de febrero y hasta fines de abril, unos 30 ejemplares de orcas se acercan a este rincón de la Patagonia argentina para cazar y alimentarse de crías de lobos marinos, generando uno de los fenómenos naturales más espectaculares que convoca a fotógrafos, documentalistas, científicos y turistas de todo el mundo.
Los cetáceos comenzaron su merodeo a la colonia, ubicada a unos 170 kilómetros de la ciudad de Puerto Madryn, atraídos por las crías de lobos marinos de un pelo que, nacidos a principios del verano, comienzan a separarse de sus madres y a nadar sin su compañía.
El modus operandi de las orcas, que en el caso de los machos llegan a pesar hasta 10 toneladas, se conoce como “varamiento intencional’ y consiste en aprovechar el impulso que les dan las olas, cuando la marea es alta, para lanzarse a las rocas de la costa y cazar los ejemplares más pequeños de lobos marinos.
La colonia de lobos puede perder hasta un 10 por ciento de la descendencia debido al embate, cuyo pico de temporada dura apenas entre 10 y 15 días.
En razón de ello, y porque los ejemplares no se cuentan de a cientos, a diferencia de los delfines patagónicos, ballenas francas y pingüinos de Magallanes , es necesaria suerte y paciencia para poder avistar orcas en el momento del varamiento.