La tecnología de impresión 3D abre una nueva dimensión a los desarrollos en medicina. Las piezas son utilizadas por los médicos para practicar las cirugías y obtener mejores resultados sobre pacientes. Ya cuentan con dos casos de éxito muy notorios: la extirpación de un tumor en la red bronquial, que se hizo en Favaloro y la operación exitosa de una fractura múltiple de tobillo con desplazamiento. Ahora apuestan a poder llevar el producto y servicio a hospitales públicos.
Infobae conversó con Matías Biancucci, quien junto a Santiago Birkner y Lucas Mey, idearon esta solución que lograron plasmar en una empresa.
-¿Qué es la ingeniería biomédica?
Es una ingeniería muy parecida a la electrónica, pero su aplicación es 100% en el ámbito de la salud. Puede estar referida a la ingeniería de tejidos, de redes neuronales, de equipos médicos, etc. Es muy amplio todo lo que se puede hacer.
Si bien es bastante nueva, lo cierto es que cada vez empiezan a aparecer más formas de esta disciplina que, además, ya se dicta en varias universidades de Latinoamérica y que empezó a enseñarse, por primera vez en el país, en la provincia de Entre Ríos (Bioingeniería) y luego en Favaloro, donde hace más de diez años que se dicta.
-¿La tecnología de impresión 3D abre una nueva dimensión a los desarrollos en medicina?
Sí, la verdad es que se pueden hacer un montón de cosas muy interesantes con la impresión 3D: implantes y prótesis a medida, instrumental para entrenamiento quirúrgico, etc.
“Para los cirujanos representa la posibilidad de tener en la mano la parte del cuerpo que necesitan operar, antes de abrir al paciente”
-¿Cómo se les ocurrió crear este emprendimiento?
Somos tres los creadores de MIRAI. Todo nació cuando estábamos de vacaciones en Bariloche en la casa de uno de los chicos. Ahí decidimos armar una impresora 3D, sólo por hobby. Logramos hacerlo y ahí nos pusimos a fabricar cosas para diseño. Después nos dimos cuenta de que lo que queríamos hacer era una aplicación en medicina, así que llevamos los conocimientos que ya teníamos, al campo médico. Entonces empezamos a combinar el diagnóstico por imágenes con la impresión 3D y a desarrollar estos productos.
-¿Qué dicen los médicos?
Los cirujanos están fascinados. Para ellos representa la posibilidad de tener en la mano la parte del cuerpo que necesitan operar, antes de abrir al paciente. Para ellos es increíble. Así que están muy contentos.
-¿Cómo adquirieron los conocimientos necesarios para fabricar piezas, que no son juguetes ni un objeto cualquiera, sino representaciones de partes del cuerpo humano?
Yo aprendí bastante de imágenes y de diagnóstico en una pasantía que hice en la facultad que me llevó a trabajar en una gran empresa dedicada a fabricar tomógrafos y resonadores. Además fuimos entrenándonos por nuestra cuenta en impresión 3D. Hicimos muchos ensayos de prueba y error. En lo que hace a la parte de diseño y de imágenes, lo mismo: muchas pruebas, probar una y otra vez hasta que saliera. Bajábamos programas de código abierto (que hay), segmentabamos los modelos y los validábamos con los médicos.
Caso de éxito emblemático: la extirpación de un tumor en la red bronquial que se hizo en Favaloro
-¿Cuáles son los casos de éxito que han logrado hasta ahora?
Un caso emblemático fue el de la extirpación de un tumor en la red bronquial que se hizo en Favaloro. También una fractura múltiple de tobillo con desplazamiento. Se había operado al paciente dos veces antes lograr hacerlo con éxito. Recién después de poder practicar la cirugía sobre el modelo de plástico, fue que se pudo lograr un resultado satisfactorio.
-Para el futuro ¿Qué tienen proyectado? ¿Con qué sueñan?
Nosotros soñamos con poder aplicar esto, no sólo en el ámbito privado, sino en el público. Porque la gran ventaja que tiene el servicio es que -al poder operar mejor al paciente debido a que se puede practicar la cirugía- se acortan los tiempos, se bajan costos y hay mejores postoperatorios. Al ser una tecnología de bajo coste, es plausible de ser aplicable a toda la atención de salud pública. Nosotros queremos que pueda estar disponible para la mayor cantidad de pacientes y hospitales posibles y así cambiarle la vida muchas personas.
Así funciona una impresora 3D: