El Pipita Higuaín debe ser una de las personas más odiadias de Nápoles. Después de convertirse en ídolo en la tierra de Diego Maradona, el argentino decidió cambiar de equipo y se fue a jugara la Juventus a cambio de 100 millones de dólares. Se convirtió en un “traidor” a tal punto que los hinchas prendieron fuego sus camisetas y lo trataron de excremento.
Por eso estos días son bastante particulares para el delantero argentino. Pipita sabía que en menos de una semana iba a tener que presentarse en en San Paolo por dos campeonatos distintos. El domingo fue por una fecha del Calcio y hoy por la Copa Italia.
Los tifosi napolitanos no dejaron pasar la oportunidad y no pararon de chiflar al argentino. La diferencia fue que el domingo, el Pipita se manejó respetuosamente y nunca constestó las agresiones. Pero hoy fue diferente. Tras terminar la entrada en calor, el argentino dejó la cancha bajo una lluvia de silbidos pero está vez les contestó. Hizo como que nos los escuchaba y los señalaba gritándoles cosas.
Pero los más divertido (para los morbosos) es que cuando se iba le ERRÓ de vestuario. Acostumbrado a entrar por donde ingresa el equipo local, Pipita se confundió. Igual se dio cuenta a los pocos segundos y se marchó para el vestuario visitante.
¡Qué le hace una mancha más al tigre!