El animal atemoriza desde hace más de 9 meses a los turistas. El intendente del Parque Nacional descartó que se haya iniciado una cacería.
El puma que desde hace más de nueve meses atemoriza a los turistas que visitan las Cataratas podría ser abatido en cualquier momento por los guardaparques. Una orden de servicio firmada el 2 de marzo pasado por Parques Nacionales autoriza a “la captura del animal, vivo o muerto”.
El documento, que fue firmado por el jefe de guardaparques Gonzalo Garzón, sostiene que ante “la recurrente presencia del puma en la zona de uso público del Área (Cataratas), la superioridad ha autorizado la captura del animal vivo o muerto”.
Y agrega: “Se han tomado medidas concretas para su captura, a fin de evitar un posible ataque del felino a usuarios del área de visita”. Entre las medidas, sostiene, se “ordena la utilización de munición letal al momento de realizar disparos al animal problema, siempre tomando las medidas de seguridad que correspondan”.
Apenas se filtró la polémica decisión, el intendente del Parque Nacional Iguazú, Sergio Arias Valdecantos, descartó que se haya iniciado una cacería del animal. El funcionario indicó que hubo un error en la redacción del documento interno.
“Admito que ha habido un error en la redacción del documento y eso ha alterado el espíritu del mismo, pero la intención es que nuestros guardaparques estén preparados para la peor circunstancia, que es un eventual ataque del animal a algún turista o al propio personal del Parque“, sostuvo Valdecantos.
“No hay que olvidar que somos un organismo de conservación y nuestro objetivo siempre ha sido capturarlo vivo junto a organizaciones como el Proyecto Yaguareté. Pero ante el peligro real que representa la presencia del animal para los turistas, autorizamos e instruimos a todos los guardaparques a circular con armas con municiones reales, además de los dardos narcóticos que solemos usar en estos casos”.
Si bien el puma, un macho adulto, comenzó a ser visto a mediados del año pasado, las autoridades de Parques Nacionales se mostraron preocupados por la actitud hostil que el felino tuvo el 5 de marzo pasado en uno de los senderos por los que transitan los turistas.
Según el relato de un hombre, el puma estaba agazapado mientras observaba fijamente a su pequeño hijo, que se había retrasado. El turista intentó espantar al felino, pero el animal se mantuvo al acecho hasta que lograron alejarse hacia el sector de ingreso al Parque.
Un día después, se tomó la decisión de cerrar el Parque Nacional Iguazú dos días para realizar un rastrillaje con perros especialmente entrenados, pero el puma nunca pudo ser hallado.
Una semana después, cuando las autoridades tenían previsto volver a habilitar todos los paseos, el animal volvió a aparecer en el acceso al Circuito Inferior. Desde entonces se mantiene cerrado el sendero Macuco, el Sendero Verde, el mencionado circuito y el paseo de luna llena que se realiza cinco días al mes
