Vitamina D, un aliado para ganarle al cáncer de mama

Así surge de un estudio publicado hoy por JAMA Oncology, que determinó que las mujeres con altos niveles de ese nutriente tenían un 30% más de probabilidades de supervivencia.

Mujeres con niveles altos de vitamina D en su sangre tras un diagnóstico de cáncer de mama tuvieron resultados significativamente mejores a largo plazo, según una investigación publicada por JAMA Oncology.

La vitamina D es un nutriente conocido por su rol fundamental en el mantenimiento de huesos saludables, a su vez, la deficiencia de vitamina D está asociada con un mayor riesgo para contraer diversos tipos de cáncer. Las fuentes de vitamina D más comunes son la exposición al sol, pescados con alto contenido graso, suplementos vitamínicos y leches y cereales fortificados con esta vitamina.

Aunque los mecanismos de cómo la vitamina D influye en los resultados del cáncer de mama todavía no están claros, los investigadores del Kaiser Permanent & Roswell Park Center Institute que llevaron adelante este trabajo creen que este nutriente puede estar vinculado con el desarrollo normal de células mamarias, así como también en inhibir la reproducción y propiciar la muerte de las células cancerosas.

“Encontramos que las mujeres con los niveles más altos de vitamina D tenían una probabilidad aproximadamente 30% mayor de supervivencia que las mujeres con los niveles más bajos de vitamina D”, afirmó Lawrence H. Kushi, científico investigador del Kaiser Permanent Northern California Division of Research e investigador principal del estudio, que abarcó a 1.666 miembros que proporcionaron muestras de sangre entre 2006 y 2013.

Los participantes proveyeron muestras de sangre en los dos meses posteriores al diagnóstico y respondieron un cuestionario sobre su dieta, estilo de vida y otros factores de riesgo. Luego hubo seguimiento a los seis meses, y a los dos, cuatro, seis y ocho años.

“Con esta riqueza de datos y el gran tamaño de la muestra, pudimos analizar tres aspectos del cáncer de mama: recurrencia, segundo cáncer primario y mortalidad”, dice Song Yao, profesor asociado de oncología del Roswell Park Cancer Institute y autor principal del estudio.

“Cuanto más sabemos de la vitamina D, más entendemos que juega un rol clave en la prevención del cáncer y su pronóstico”, dice Kushi. “Este estudio se suma a la evidencia de que la vitamina D es un nutriente importante”, concluye.

Sin embargo, a pesar de los beneficios que otorga y la importancia de este nutriente, la falta de vitamina D es sumamente común. “El déficit de vitamina D es un problema que se da no sólo en Argentina, sino también a nivel mundial y es aún mayor en las mujeres cuando nos acercamos a la menopausia”, explica  la licenciada Silvina Tasat, vocal de la comisión directiva de la Sociedad Argentina de Nutrición, y apunta que la forma de revertir este déficit es a través de los alimentos, principalmente los lácteos. Sin embargo, hoy en día lo más común es recurrir a los suplementos vitamínicos.

La vitamina D es la que fija el calcio en los huesos, y sobre todo activa esa vitamina D cuando tiene exposición al sol. Pero a pesar de que son conocidos sus beneficios para los huesos y en el sistema inmunitario, los médicos no suelen estudiar los niveles. “Por lo general, cada vez que se analiza, hay un déficit”, concluye Tasat.