La famosa vitamina C, también conocida como ácido ascórbico, es un alimento y un antioxidante que desempeña un papel fundamental en muchas funciones del cuerpo. Su efecto antioxidante protege las células del cuerpo, protege de enfermedades cardiovasculares y estimula la función inmunológica, aumentando los niveles células que colaboran en la respuesta protectora del cuerpo hacia virus y bacterias.
A pesar de esto, la principal función de esta vitamina es colaborar en el proceso de producción de colágeno, proteína indispensable en la composición de tendones y ligamentos. Tal es así, que el déficit de vitamina C se encuentra fuertemente asociado a defectos en el tejido conectivo, especialmente en la reparación ósea. El ácido ascórbico de la vitamina colabora en la producción de colágeno y estabiliza dicha estructura.
Por este motivo, la vitamina C es fundamental para deportistas y personas con amplio daño en tendones y ligamentos, ya que estas estructuras son las que deben soportar la carga del peso corporal y tienden a lesionarse cuando se exige al cuerpo. El ácido ascórbico favorece al cartílago a través del crecimiento de colágeno de buena calidad y permite la función normal de huesos, dientes, cartílagos, encías, piel y vasos sanguíneos.
Según el doctor Gonzalo Yamauchi, especialista en medicina familiar del Hospital Italiano de Buenos Aires y miembro fundador de LAOM (Asociación Latinoamericana de medicina musculoesquelética) , el déficit de vitamina produce una alteración en el crecimiento óseo de un 50 por ciento de disminución en la fuerza del hueso, dolor en las articulaciones, dolor óseo y debilidad muscular, fatiga y mala o pobre respuesta a las infecciones. De hecho, el debilitamiento de ligamentos y articulaciones puede terminar en dolores crónicos por la alteración en su funcionamiento.
Esta carencia de vitamina C a niveles patológicos puede producir escorbuto, un empobrecimiento de la sangre, cuyos síntomas son hinchazón, hemorragias en las encías y dolor articular. La suplementación de un gramo de vitamina C diariamente es una buena recomendación para pacientes que no evidencian una mejora en sus dolores articulares y musculares. Como la vitamina C no puede ser sintetizada, debe ingerirse a través de alimentos o de suplementos alimentarios y requiere ser consumida diariamente para tener verdadero efecto.
Recuperación de tendones y ligamentos
Existen múltiples trabajos de investigación que sugieren que la utilización de vitamina C como suplemento dietario para la recuperación de tendones y ligamentos es altamente beneficiosa. Es por eso que, en la práctica médica diaria, se utiliza preferentemente en aquellos pacientes que se encuentran realizando tratamientos regenerativos para lesiones de tendones, músculos, articulaciones o ligamentos.
Los tratamientos en los que se utiliza glucosa o plasma rico en plaquetas, producen la reparación de los tejidos -especialmente los de tipo conectivos- conformados por colágeno: por ejemplo tendones y ligamentos. En la medida que, en los tejidos dañados como articulaciones, ligamentos o tendones, comienzan a actuar las sustancias atraídas por la inflamación, estas mismas estructuras empiezan a regenerarse volviendo a su estado de normalidad y logrando que cese de manera progresiva el dolor.
La vitamina C, al mejorar la producción de colágeno, es un importante aporte nutricional para reparar las lesiones en aquellos pacientes que presentan dolor de origen articular, tendinoso o ligamentario.
En este marco es importante consultar un especialista que evalúe las cantidades necesaria de vitamina, pero, en primer lugar se puede incorporar esta vitamina a través de ciertas frutas como la naranja, mandarina, el limón, el kiwi y la frutilla o verduras como el tomate, los pimientos rojos y verdes, el brócoli, el coliflor, el perejil y la espinaca.