Venganza. Eso es lo que deseaba el propietario de la vivienda en Brasil luego de reducir al delincuente que había intentado robarle. Por eso no quería llamar a la Policía, como habría hecho cualquier ciudadano común.
El hombre trabaja de tatuador, así que no le costó mucho decidir qué castigo aplicarle al ladrón. Poco le importó que se trataba de un adolescente.
Lo sentó. Tomó la aguja y empezó tatuarle la frente. El “lienzo” ni siquiera intentó resistirse.
“Yo soy ladrón y vacilão (bobo, zopenco)”, le escribió.
Para completar la venganza, filmó el momento y publicó el video en internet. Hasta ahora, no se reveló la identidad de los protagonistas.
https://www.youtube.com/watch?v=glviXlcYwyU