La gobernadora bonaerense, María Eugenia Vidal separó alrededor de 1600 policías por casos de corrupción desde que tomó el mando de la provincia de Buenos Aires.
“Lo que está pasando es que se pone a la luz lo que antes no era visible y a que hay un Estado que toma medidas”, dijo en un encuentro con la prensa en la ciudad de La Plata.
Vidal habló de una “reforma profunda del sistema policial, que no se agote en separar los policías involucrados en corrupción” y desestimó la idea de una “purga” en esa fuerza de seguridad. Pero al igual que destacó en cada oportunidad que se refirió al tema indicó que “no se trata de apartar al policía involucrado en un delito, sino que hay que respaldar al que quiere trabajar bien”.
Además, destacó que el área de Asuntos Internos, perteneciente al ministerio de Seguridad bonaerense tiene actualmente en todos sus cargos hay civiles que “han hecho más sumarios e investigaciones que las que se hicieron en todo el año pasado”, destacó.
Entre las medidas que se tomaron en apoyo a las fuerzas de seguridad, hace unos meses atrás la Provincia entregó chalecos para los policías que están en la calle, así como se programó para este año la compra de más de 800 patrulleros. Esos móviles tendrán cámaras dentro y fuera del vehículo para filmar lo que sucede. También se le incorporará tecnología, como anillos digitales, para controlar los autos que pasan sin tener necesidad de presencia humana en todos los lugares.
“Hoy un policía bonaerense tiene que tener una capacitación de nueve meses”, indicó Vidal y confirmó que el FBI brindó capacitación a los efectivos y que existen “tratativas para que vengan (policías) de Colombia, de Medellín” para realizar una instrucción similar.
“No se trata de dar señal de que no vamos a convivir con el delito sino darle señal al policía de que confiamos en que quiere trabajar bien y cuidar la gente, decirle que nosotros también lo vamos a cuidar y proteger a ellos”, concluyó.