Dicen que de otra forma, el ejercicio se vuelve muy monótono y aburrido. Pero, ¿realmente escuchar música es lo mejor cuando corres? Veamos sus ventajas e inconvenientes.
Las ventajas de escuchar música cuando corres
- Fuente de motivación. La música, especialmente cuando tiene un ritmo rápido, invita a moverse. Por algo bailamos al ritmo de las melodías. Cuando eliges contenidos apropiados (rock, música electrónica, etc), enseguida tienes ganas de ponerte a correr. Especialmente en el principio de la sesión, la música es un maravilloso instrumento de motivación. Distrae tu mente de las distracciones, de la pereza, y te permite lanzarte a correr. Más adelante, cuando el cansancio se hace notar, una canción movidilla puede permitirte superar las ganas de pararte, ayudándote entonces a conseguir tu objetivo de duración y/o distancia.
- Evita el aburrimiento. Hay formas para no aburrirse cuando corres, como por ejemplo cambiar de recorrido a menudo, pero al final, aunque cambies mucho, la repetición lleva a cierto grado de monotonía. Uno de los factores que puedes cambiar más fácilmente son las canciones que escuchas. Hay miles y miles de melodías para elegir.
- Dispositivos muy livianos. Puedes correr con tu teléfono móvil en la mano, pero no es muy práctico. Puedes comprarte un brazalete para colocarlo, y entonces ya notarás muy poco su presencia. Pero lo tienes aún más fácil: hoy en día hay lectores mp3 muy pequeños y livianos, muy baratos, con unos cascos prácticos y discretos. Podrás correr con música sin notar ninguna molestia, ningún peso, y cargando contigo miles de canciones.
Los inconvenientes de escuchar música cuando corres
- Empezar demasiado rápido. Si las primeras canciones que escuchas son muy rápidas, inconscientemente vas a tener la tentación de ir un poco más rápido que tu ritmo habitual, lo que puede perjudicar tu rendimiento durante la sesión.
- Te distrae demasiado. Escuchar música te puede poner en peligro, porque te distrae de los peligros de la ciudad. Por ejemplo podrías no escuchar llegar un coche. También puede hacer que no te fijes lo suficiente en las señales de aviso que te manda tu cuerpo, y que fuerces demasiado. Además, impide que disfrutes completamente de tus otros sentidos, como por ejemplo las vistas agradables que puedes tener cuando corres en un parque o un sitio bonito.
- No siempre motiva. La misma canción le puede gustar mucho a una persona, mientras otra la escucha con indiferencia. Por eso, es posible que algunas melodías de tu lista no te motiven lo suficiente cuando vayas a correr. En especial, cuando llegan los momentos más difíciles y tienes que resistir a las ganas de abandonar, pocas son las canciones que te pueden motivar lo suficiente. Y también es lógico. Es una ayuda, no un remedio milagroso.