Venezuela: en un clima de máxima tensión la oposición sale a la calle

Habrá marchas en todo el país para protestar contra la suspensión del revocatorio. El líder opositor Henrique Capriles dijo que la manifestación se extenderá “hasta que el Gobierno respete la Constitución”

La oposición de Venezuela intentará este miércoles mostrar su fuerza en la calle, con manifestaciones en todo el país, luego del duro golpe que supuso la suspensión del proceso de referendo revocatorio que impulsa contra el presidente socialista Nicolás Maduro y después de que la Asamblea votara este martes a favor de abrir un juicio político al mandatario, por la supuesta ruptura del orden constitucional.

El gobernador del estado de Miranda, Henrique Capriles, anunció que los venezolanos que quieran manifestar contra del Gobierno deben asistir a las principales calles de cada estado del país este miércoles 26 de octubre.

La manifestación, llamada Toma de Venezuela, fue convocada por la coalición opositora Mesa de la Unidad Democrática (MUD) para el que debía ser el primero de los tres días de recolección de cuatro millones de firmas, último paso antes del referendo revocatorio con el cual la oposición se proponía destituir a Maduro.

Pero el proceso quedó suspendido la semana pasada por decisión de tribunales penales regionales que acogieron denuncias de fraude del oficialismo en la primera etapa de recolección de las firmas del 1% del padrón electoral, necesarias para autorizar la etapa siguiente de toma propiamente dicha de las firmas.

Respecto de la marcha de este miércoles, de acuerdo con una imagen publicada en la cuenta en Twitter de la MUD, en Caracas los puntos de concentración serán los siguientes:

( @Unidadvenezuela)

“Nos movilizaremos todos los que queremos colocar nuestra huella”, aseguró Capriles
El líder opositor agregó que los estados de Miranda, de Aragua y de Vargas convergerán en la misma movilización en la ciudad capital, donde, además, la Mesa de la Unidad Democrática anunciará una nueva actividad para el día jueves.

Capriles afirmó también que la Toma de Venezuela no es una movilización que tendrá lugar sólo el día miércoles, sino que “comenzará el día miércoles (y se extenderá) hasta que el Gobierno respete la Constitución”.

En tanto, en vísperas de la manifestación, en el oeste del país, grupos de estudiantes que protestaban por la suspensión del referendo revocatorio chocaron el martes por segundo día con fuerzas de seguridad: el saldo fue de 27 jóvenes heridos, 4 de los cuales son de gravedad.

Pero Gobierno y oposición, que se acusan mutuamente de “golpismo”, exploran al mismo tiempo la posibilidad de una mesa de diálogo con facilitación del Vaticano, en medio de una aguda crisis económica que se traduce en escasez de alimentos y medicinas y una inflación calculada por el FMI en 475% para este año.

El Gobierno culpa de la crisis económica a “empresarios de derecha” que buscan desestabilizarlo, pero la oposición responsabiliza al modelo socialista y sostiene que el revocatorio era ofrecido como la mejor vía para resolver de forma pacífica la crisis política y económica del país, frente a una población hastiada de hacer largas filas para conseguir los pocos productos de precios subsidiados.

La MUD aseguró también que el Gobierno domina todos los poderes a excepción del Legislativo y de ahí que se haya suspendido el camino para recortar el mandato de Maduro.

Una imagen de la multitudinaria Toma de Caracas, del 1 de septiembre (AFP)

Bajo estos y otros argumentos, la oposición parlamentaria discutió y aprobó el martes en una sesión especial iniciar el proceso para determinar la responsabilidad política de Maduro en la “ruptura del hilo constitucional” en el país y acordó citarlo a comparecer ante la Cámara el próximo 1 de noviembre.

Pero a diferencia de otros países latinoamericanos, como Brasil, donde Dilma Rousseff fue destituida de la presidencia en agosto, la Asamblea Nacional venezolana no puede impugnar al presidente. Esa decisión recae directamente en el Supremo, que nunca votó contra Maduro.

Además, el mandatario sumó el martes otro respaldo: el general Vladimir Padrino, ministro de Defensa y al que muchos veían como un posible freno para Maduro, afirmó este martes -acompañado por todo el alto mando militar- su “lealtad incondicional” al presidente.

Por estas razones, la gran mayoría de los analistas coincide en que el plan opositor tiene pocas posibilidades de éxito.

Cuando transcurran las manifestaciones de la MUD, Maduro estará reunido en el Consejo de Defensa de la Nación, del que participan todos los poderes públicos y en el que se propone abordar lo que considera un “golpe parlamentario”.

“No vamos a permitir golpe parlamentario de ningún tipo”, amenazó Maduro. “Si se comen la luz, actuaremos con la Constitución y la mano de hierro de la unión cívico-militar”.