La canciller de Venezuela, Delcy Rodríguez, defendió hoy que el traspaso de la presidencia rotatoria del Mercosur a su país no debe responder a “ningún tipo de consenso” ni “condicionamiento”.
“Esto no está sujeto a ningún tipo de votación, no está sujeto a ningún tipo de consenso, ni muchísimo menos condicionamiento”, dijo Rodríguez a los periodistas durante una visita a la sede de las Naciones Unidas.
La jefa de la diplomacia venezolana insistió en que la situación es “muy clara”, tal y como establecen los tratados de Asunción (de 1991, fundacional del Mercosur) y de Ouro Preto (de 1994, complementario al anterior).
“Transcurrido un semestre, se traspasa automáticamente la presidencia al país que corresponda por orden alfabético. En este caso, el país que corresponde es Venezuela”, zanjó Rodríguez, al ser preguntada al respecto.
Sin embargo, algunos Estados miembros, encabezados por Paraguay, se oponen actualmente a traspasar la presidencia a Venezuela, argumentando que el gobierno de Nicolás Maduro no se ajusta a los protocolos del bloque en materia de derechos humanos y reacios a que encabece el Mercosur en un momento en el que se está negociando un acuerdo de libre comercio con la Unión Europea (UE).
Las cancillerías de los miembros –Argentina, Brasil, Paraguay, Uruguay y Venezuela– se reunieron el lunes en Montevideo para abordar la cuestión sin llegar a un acuerdo.
El canciller uruguayo, Rodolfo Nin Novoa, cuyo país ocupa actualmente la presidencia del bloque y que se ha mostrado favorable a transferirla a Venezuela, dijo tras el encuentro que los gobiernos se han fijado un plazo hasta el próximo jueves para “que se hagan las consultas necesarias entre todos los países” al respecto.