Una joven estadounidense firmó un contrato con un burdel en el estado de Nevada, con la intención de ayudar a sus familiares, quienes perdieron la casa en un devastador incendio ocurrido en 2014. Katherine Stone, de 20 años, vende su virginidad mientras sueña con convertirse en abogada.
El contrato de trabajo, firmado con un burdel del magnate Dennis Hof (en Nevada la prostitución es una actividad legal) reconoce que la mujer deberá abonarle a su propietario el 50% del valor final de su servicio, que fue valuado en 400.000 dólares.
La joven, sin embargo, aún evalúa la oferta: “Estoy esperando a un hombre con el que sienta conexión para que la experiencia sea especial para los dos”.