Amanda Warfel, de 25 años, tenía frecuentemente sexo, interrumpiendo la tranquilidad de sus vecinos con sus gritos.
Tanya Saylor, la demandante, vivía con su esposo quien padecía una enfermedad terminal y sus cinco hijos, entre ellos una menor de 17 años enferma de cáncer, según indica el Daily Record York.
Tanya sostuvo que la primera vez que notó los incómodos y fuertes sonidos que emitía su vecina, fue a solicitarle un poco de discreción y respeto por su familia. Amanda hizo caso omiso a la petición de la madre y por el contrario, no solo aumentaba el volumen de sus gritos sino que mientras tenía relaciones gritaba los nombres de los hijos de Saylor.
La demandante manifestó tener que poner a sus hijos en repetidas ocasiones audífonos para evitar que escucharan a su vecina, además de lamentar profundamente que su hija enfermera tuviera que quedarse en casa por un tiempo durante su tratamiento soportando los ruidosos sonidos de al lado.
La familia se cohibió de demandar durante dos años. “Lo dejamos ir por dos años. No debí haber dejado pasar tanto tiempo. Debí haber llamado a la policía hace un año”, indicó la afectada.
El juez de distrito John Fisbel sentenció a Warfel el pasado 22 de marzo a una condena de 45 a 90 días de prisión, la mujer aceptó los cargos y lamentó que sus vecinos no se encontraran presentes para ofrecer disculpas por las incomodidades.
Amanda cumplió su condena pero actualmente se encuentra en prisión por otros cargos.
