Oriana Belen Picotti tenía 15 años y cursaba el tercer año de la escuela secundaria de El Palenque, en un pueblo llamado Paso las Piedras, de Entre Ríos. Tenía todo por delante, pero el viernes tomó la peor decisión. Su familia asegura que se mató porque era víctima de bullying. A principios de este mes, hubo otro caso conmovedor en Zárate. Un nene se disparó en la cabeza y murió al instante. Su familia lo había cambiado de escuela por el acoso escolar que sufría: le decían “Obama” por su color de piel.
“Mi sobrina era una chica muy inocente”, contó a los medios locales su tía, Imelda Bonsi y agregó: “Decidió tomar esta absurda decisión para demostrar lo que era capaz de hacer”. Los motivos que la empujaron a quitarse la vida los volcó en una carta que le dejó a su familia y que ahora tiene la policía como parte de la investigación.
Como en otros muchos casos, pensaron que se trataba de una “pelea de chicas”. Algo pasajero. Algo que no podía hacer tanto daño. Pero lastimó, y fue irreversible. “Lo único que podemos hacer es llorarla”, se lamentó la mujer.
Bonsi señaló que nadie del colegio se comunicó con ellos, sólo mandaron flores. Queda el dolor, la bronca, queda un pedido desesperado de justicia de una familia que nunca más, volverá a ser la misma.
El próximo año la hermanita de Oriana empezará el primer año del colegio secundario. “Imaginate lo que sentimos”, manifestó la mujer durante una entrevista con una radio local. Pero no, es difícil de imaginar. “Queremos que cambien las cosas, que el Consejo de Educación investigue”, sostuvo.
