En la decoración y en la ropa de cama se descartó el color rosa más establecido y se jugó con tonos suaves, femeninos y relajantes. Ropa de cama.
Símbolo de fiesta por excelencia, en el cuarto no podía faltar una alegre y decorativa guirnalda. Como esta tan delicada hecha con tela de algodón y cuerda. Se colocó sobre la pared pintada en un tono rosa vintage.
Frente a la cuna, se dispuso la cama de Claudia, con cabecero. En este rincón se aprecia la atractiva mezcla de estilos. Junto a ella, una mesilla de mimbre y una cómoda customizada.
Para vestirse y para facilitar la tarea, se deja la ropa a mano en este perchero. Un vinilo medidor. Le ayudará a saber cuánto ha crecido.
Una guirnalda de triángulos y pizarras personalizadas decoran la pared del cabecero. La columna empapelada señala que esta zona es exclusiva. Se eligió el dibujo de un bosque, a juego con la lámpara de pared cuya luz indirecta hace más cálido el espacio
A los pies de la cama, y próximo al cerramiento acristalado, se ubicó el escritorio. Formado por una mesa y un par de sillas decoradas.