Una empleada doméstica del ministro de Trabajo, Jorge Triaca, denunció que la echaron sin pagarle el total de su indemnización y que la tuvieron en negro.
Sandra Heredia trabajaba en la quinta de la familia del funcionario, en Boulogne. Ella vivía en el predio y se desempeñaba como casera. Denunció que el propio Triaca le mandó un violento audio de WhatsApp: “Sandra, no vengas porque te voy a mandar a la conch… de tu hermana, pelotuda”. “Él se enojó porque yo tardé en ir a abrir la puerta”, dijo la mujer, en una entrevista con América. Y afirmó que la sorprendió el trato recibido.
De acuerdo a lo que explicó, el sábado 6 de enero fue citada por el cuñado del ministro, Sergio Borsalino, quien la echó: “No hay motivos concretos. Simplemente es que todo tiene un ciclo”. Sin embargo, Carlos Triaca, hermano de Jorge, dijo en una entrevista radial que la despidieron porque “faltaron algunas cosas” de la casa en el último tiempo. Ella se defendió: “Nunca hubo problemas, si hubiera existido un robo habría una denuncia”.
El caso fue publicado originalmente por la agencia OPI Santa Cruz. Ante eso, allegados al ministro explicaron a TN.com.ar que Triaca reconoce su voz en el audio en cuestión, que los insultos “se dieron en medio de una discusión acalorada” y que “pide disculpas públicamente por los exabruptos”. También apuntaron que Sandra trabajaba para el hermano del funcionario. La excasera confirmó que el recibo de sueldo se lo firmaba Carlos Triaca pero destacó que ella oficiaba de “secretaria del ministro y de su hermana”. “Me llamaba Claudia Vélez, su asistente en el ministerio de Trabajo, y me pasaba la agenda con las reuniones que iba a tener en la quinta”, aseveró y dijo que esa parte de sus actividades “la cobraba en negro”.
Además, Sandra contó que también trabajaba en el Sindicato de Obreros Marítimos Unidos (SOMU). “Yo fui nombrada delegada interventora ahí aunque no tenía ninguna experiencia sindical”, dijo. En ese sentido, sostuvo que la familia Triaca le dio ese cargo porque ella les pidió “un aumento de sueldo pero a cambio me otorgaron un trabajito extra”. Su vínculo con el gremio vence el 12 de febrero.
La excasera de la familia pidió: “Quiero que me paguen lo que corresponde laboralmente”. Y subrayó que su relación de dependencia fue, durante un tiempo, en negro. “Desde el fines de 2012 trabajo junto a ellos en la quinta”, aseveró y mostró los recibos de sueldo, donde se ve que fue dada de alta ante la AFIP el 1° de enero de 2015. Para demostrar que su vínculo laboral era anterior, exhibió la factura de la televisión por cable de la casa que le dieron dentro de la quinta, con fecha de 2013.