Una comadreja se introdujo en el interior del Gran Colisionador de Hadrones (LHC) del Laboratorio Europeo de Física de Partículas (CERN), provocó un cortocircuito y estropeó los sistemas eléctricos del aparato.
El colisionador, que volvió a operar hace exactamente 12 meses luego de 2 años de no funcionar por un proceso de mantenimiento técnico, estaba a punto de lograr esta semana el hito histórico de alcanzar una velocidad jamás obtenida en un acelerador de partículas.
El aparato, que tuvo un costo de construcción superior a los 2 mil millones de euros, tiene como mayor hito haber permitido la comprobación de la existencia de la partícula elemental conocida como “bosón de Higgs”.
Modelo de la física
Este bosón es una de las piedras angulares del Modelo Estándar de la física, pero su existencia era solo teórica hasta que pudo ser visto en el LHC, con lo que la teoría quedó comprobada.
En esta nueva etapa de operaciones que comenzó el año pasado y durará hasta 2018, el acelerador mejorado podrá utilizar toda su capacidad para poder arrojar luz sobre la composición de la materia oscura.
El acelerador tiene la forma de un anillo de 27 kilómetros de circunferencia y está en un túnel localizado a unos ochenta metros bajo tierra, entre Suiza y Francia. Para funcionar requiere estar a una temperatura de 217 grados centígrados bajo cero, más baja que la del espacio.