Un preso de Neuquén se cosió los párpados para evitar la condena

Estaba detenido por un robo de 2011. A pesar de la protesta, lo sentenciaron a casi 8 años de prisión.

Alejandro Ramón Forno entró a la audiencia donde iba a escuchar el fallo de la justicia neuquina con un rosario colgado del cuello y una imagen del Gauchito Gil estampada en la remera. Esperaba lograr su sobreseimiento y por eso además se le ocurrió tomar una medida extrema. Igual, lo condenaron.

Tenía los párpados cosidos pero fue inútil su protesta poco convencional. No solo no revisaron su caso sino que además, ordenaron que empiece inmediatamente a cumplir su condena a siete años y seis meses de prisión.

Forno fue declarado culpable por robo agravado por el uso de arma de fuego, por un hecho ocurrido en 2011 cuando, junto a un cómplice que logró escapar en moto, irrumpieron en una casa del barrio Villa Farrel de Neuquén y robaron electrodomésticos. Fue el propio dueño de la propiedad quien lo atrapó en aquel momento y lo retuvo hasta que llegó la policía.

“A mí se me tiene que informar por qué se me juzga, no sé qué ley se está aplicando conmigo. Estoy pidiendo ser sobreseído, no se me quiere escuchar, no se quiere ver, por eso tomé esta medida”, se justificó el preso.