Los dueños de una reconocida pastelería de Belfast, Irlanda del Norte, fueron declarados culpables de “discriminación sexual” por negarse a hacer una torta con un lema a favor del matrimonio igualitario.
El tribunal de apelaciones de la capital norirlandesa confirmó este lunes la condena de 2015 que consideraba que los dueños de la pastelería Ashers Bakery habían incurrido en un acto discriminatorio para un individuo y ofensivo para el resto de la comunidad gay del país. Con la sentencia confirmada, los pasteleros de Belfast tendrán que pagan 500 libras (562 euros) al cliente al que negaron su pedido.
El caso de Ashers Bakery tuvo muchísima repercusión a nivel mundial y comenzó en mayo de 2014 cuando Gareth Lee, un activista de los derechos de los gays en Irlanda del Norte, entró a esa pastelería para encargar una torta con la imagen de los protagonistas de Plaza Sésamo, Epi y Blas, con el lema: Apoyá el matrimonio igualitario. Los pasteleros se negaron rotundamente y alegaron motivos religiosos. Precisamente, se declararon “profundamente cristianos”.
El final fue dulce. Y no sólo porque otra pastelería realizó con gusto la torta gay. La Comisión de Igualdad de Irlanda del Norte (NIEC) consideró que los dueños habían cometido un delito de “discriminación por orientación sexual” contra Lee. Y en 2015 la jueza Isobel Brownlie dictaminó que la pastelería Ashers Bakery era una empresa cuyo objetivo era lucrar, no realizar actividades propias de un grupo religioso. Había que separar las cosas.
Los condenados apelaron, pero la Justicia de Belfast rechazó argumentos como: “El local no quiere dar la impresión de que apoya la unión homosexual al incluir mensajes a favor en sus productos”.
“Si un pastelero hace una torta con imágenes de brujas en Halloween no significa que apoye la cacería de brujas”, contestó el tribunal de apelación.