“Como es tarea del padre avergonzar a sus hijas, aún tengo que hacer algo”, dijo Barack Obama al final de un breve discurso en la Casa Blanca por el Día de la Independencia de EEUU, y comenzó a cantar el “Happy Birthday” a su hija Malia, que nació el 4 de julio.
La joven de 18 años subió entonces al escenario y abrazó a su padre.
Malia tenía 10 años cuando Obama asumió como presidente. Ahora acaba de terminar la secundaria e ingresará a Harvard en 2017, tras una pasantía este verano (boreal) en la embajada de Estados Unidos en Madrid y luego de tomarse un año sabático.
Obama había admitido este año en el programa televisivo de Ellen DeGeneres su tristeza al pensar que su hija pronto dejaría el nido. “Es una de mis mejores amigas. Y será duro para mi no tenerla cerca todo el tiempo. Pero está lista para irse. Se podría decir. Es realmente inteligente, alguien capaz y está lista para hacer su propio camino”, añadió.
Poco antes de que Obama se pusiera a cantar, habían actuado la cantante Janelle Monáe y el rapero Kendrick Lamar, en un show que fue transmitido en vivo en Internet.
Para Obama fue la última celebración del 4 de julio como presidente, ya que en noviembre será elegido su sucesor. En su discurso, el dirigente demócrata de 54 años instó a sus compatriotas a apreciar la libertad por encima de todo y a defenderla con entusiasmo cada día.