Benita Pérez afronta días complicados en su casa de Ciudad Madero, en el partido bonaerense de La Matanza, luego de ver con asombro que su mascota, un mono carayá, enloqueció de golpe y se volvió incontrolable.
“Gordo”, así es el nombre del primate, es adicto a la cerveza, ya que cuando una persona entra con una botella empieza a golpear la mesa con las manos, pero también le gustan las golosinas, las frutas, las verduras y las patas del pollo.
Sin embargo, Benita afronta el peor momento de su vida porque el mono enloqueció sin motivo alguno y busca que alguna sociedad protectora lo adopte.
La mujer, de 54 años, explicó que lo quiere como si fuera su “hijo”, pero debido a esta situación -la mordió en la mano- se ve obligada a entregarlo. “Pensé en soltarlo, pero si lo hacía, por ahí iba a morder a otras personas”, relató en declaraciones que este sábado publicó diario Crónica.
Benita ya llamó al Zoológico de Buenos Aires para que lo vayan a buscar a la vivienda, situada en la calle Rivera al 1600, pero le dijeron que al haberse criado en una casa era difícil su adaptación a la vida natural.
Fue así que intentó con una sociedad protectora de animales de Córdoba y algunos de sus integrantes llegaron a la vivienda de esta mujer para llevarse a “Gordo”.
Sin embargo, el mono no quiso entrar a la jaula, por lo que tuvieron que desistir, aunque le dijeron a la señora que se contactarán con ella para acordar la entrega.