“Nos tenemos que sentar a charlar”, dijo Darío Benedetto pocos minutos después de marcar un doblete en la victoria 2-1 de Boca sobre Unión de Santa Fe, en la última fecha del torneo de Primera División. En pleno festejo de campeón, el goleador y figura del equipo de Guillermo Barros Schelotto puso en duda su continuidad. Más tarde, Daniel Angelici, presidente del club, intentó poner paños fríos y enviar un mensaje de tranquilidad para los hinchas: “Difícilmente se vaya del club”.
“Sabe que quiero que se quede. Hizo mucho esfuerzo para venir y tiene dos años más de contrato”
Pero, claro, Angelici es un hombre de negocios y, por eso, sabe que una tentadora oferta será difícil de rechazar para el club y para el jugador. Eso sí, fijó el precio del delantero: “Vale 21 millones de dólares, un millón por cada gol que hizo”.
Si bien es casi imposible venderlo en ese valor, retenerlo no parece una tarea fácil para la dirigencia xeneize. “Sabe que quiero que se quede. Hizo mucho esfuerzo para venir y tiene dos años más de contrato”, remarcó el presidente del club.