Un joven de 26 años, identificado como Sebastián Medina, murió anoche en el recital de La Renga en Plaza Añoranzas, en la capital santiagueña. Según la autopsia, fue una muerte súbita, y descartaron la presencia de drogas en el cuerpo.
Fuentes policiales de la Seccional 1° informaron que el joven sufrió una descompensación en pleno recital e ingresó sin vida al hospital Regional. Si bien algunos medios aseguraban que podía tratarse de una sobredosis, lo cierto es que desde el entorno familiar del joven ya habían manifestado que sufría de afecciones cardíacas.
Los resultados de la autopsia, realizada por el forense Marcelo Pagani, descartaron la presencia de drogas en el cuerpo de Sebastián Medina y confirmaron que la muerte se dio de manera súbita por una arritmia que derivó en “un infarto fulminante”.
“La víctima tenía el corazón grande y padecía problemas cardíacos congénitos. Fue un infarto fulminante que terminó con su vida al acto”, afirmó el juez que entiende en la causa, Darío Alarcón, en diálogo con LA NACION.
Desde un principio, el magistrado había barajado la posibilidad de que el joven hubiera muerto por una descompensación causada por muerte súbita. La víctima había ingresado al hospital sin golpes ni lesiones, informó.