El ex campeón protagonizó un escándalo tras agarrarse a piñas con varios policías que lo interceptaron mientras manejaba su auto en un estado sospechoso.
Oliynyk había tomado “unas copas de más” (según admitiría luego) y por eso la Policía decidió frenar su auto y someterlo a controles. Pero ante su negativa, todo se puso violento e hicieron falta varios agentes para detener al atleta, que se defendió a trompada limpia.
“Tengo que admitir que yo era culpable porque no me detuve ni le hacía caso a la Policía. Pero tampoco soy un criminal para que me trataran así”, manifestó Oliynyk tras ser liberado horas más tarde.