Se trata del legislador Eduardo Conde. Votó a favor y luego de unos minutos preguntó qué se había votado. Cuando le contaron, trajo el argumento del insecto. Pero su papelón fue más grande aún: luego de votar a favor, consultó qué fue lo que se había votado. Al no estar conforme con el proyecto, dijo que su voto debía considerarse negativo.
“Los hechos se precipitaron y empecé a apretar botones, levanté la mano porque justo había una mosca que volaba“, comentó el diputado de Cambiemos, para luego afirmar que “no voté a favor”, lo que desató la risa de los demás legisladores.
La resolución que se votaba tenía que ver con dejar sin efecto una resolución del presidente de la cámara y vicegobernador de la provincia, Mariano Arcioni, en la que recortaba de manera notoria los gastos que tenían los diputados a su favor, además del sueldo de casi 70 mil pesos. Por ejemplo, los gastos de bloque (que podrían sumar con los aumentos unos 35 mil pesos por diputado) que se pagan en negro y que los diputados utilizan para “hacer política” sin tener que rendirlos.
También se recortan los pasajes de tramos aéreos y terrestres y los viáticos. Todo esto en el marco de la ley de emergencia que se había sancionado días antes debido al delicado estado económico en que el gobierno del K Martín Buzzi dejó al estado provincial. En las últimas sesiones, tanto el bloque de Cambiemos como el del mayoritario Frente para la Victoria votaron en conjunto sellando un extraño pacto para entre otras cosas, que les devuelvan estos beneficio.