Finalmente y después de tanta expectativa por el primer enfrentamiento oficial entre ambos, porque Boca estrenaba técnico, porque River quería seguir de racha frente a su eterno rival, el resultado no fue el esperado por todos.
Los hinchas locales coparon el monumental y le dieron el color necesario para que sea una verdadera fiesta esperando poder sumar de a tres y ratificar que viven un presente un tanto mejor que el conjunto de la boca. Sin embargo y mas allá de todo el “folclore” futbolístico, ninguno fue capaz de concretar alguna situación generada en los 90 minutos.
River jugó mejor, se hizo fuerte en la mitad de la cancha presionando y dejando sin espacios a los volantes xeneixes, que ante esta iniciativa del “millo” no supieron que hacer y recurrieron al pelotazo en varias oportunidades.
Gallardo metió un cambio a último momento, antes del partido, e incluyó entre los titulares a Nicolás Domingo que fue una de las figuras del encuentro.
El conjunto de Núñez generó varias situaciones de gol pero no fue fino a la hora de definir. Mientras que a Boca no le quedó otra que esperar e intentar salir de contra. Los dirigidos por Gallardo aprovecharon las bandas para desequilibrar, zona en la que Boca hizo agua.
Cuando se terminaba el partido, el muñeco Gallardo tuvo una complicación debido a que Maidana se lesionó y ya no tenían mas cambios.
Así se fue un clásico mas, sin pena ni gloria, sin goles, con pocas ideas y alguna que otra pierna fuerte. En definitiva fue un 0 a 0, para olvidarlo rápidamente.
Con este resultado, los equipos que presentan hasta el momento campañas gemelas (8 puntos en 6 presentaciones) parecen quedar lejos de los puestos de vanguardia; River quedó a cinco de Rosario Central que juega con Banfield por el grupo I, mientras que Boca se sitúa a ocho del líder Lanús, en la zona 2.