De acuerdo a fuentes aeroportuarias, la amenaza se recibió en el call center de la línea aérea, desde donde rápidamente se contactaron con el comandante del vuelo 1.682 que aterrizó en Neuquén, al ser el aeropuerto más cercano y el de mejores condiciones para revisar el aparato.
Efectivos de la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA) iniciaron el procedimiento para revisar el avión, operativo que puede durar entre una y dos horas.
La nave quedó en medio de la pista, lo que hace que el aeropuerto de la capital provincial quede inoperable mientras se lleva a cabo la revisación.
El avión “salió a las 9. 55. Venía normal el vuelo y a las 11 nos pidieron que busquemos el equipaje de mano que estaba guardado en las gabetas”, explicó el pasajero en declaraciones al canal de noticias TN.
“Hay un gran operativo de seguridad” en el que se ven “muchos perros, móviles de la ANAC (Administración Nacional de Aviación Civil), mucha gente de la PSA (Policía de Seguridad Aeropuertaria)”, grafícó Roberto Camba Delgado, que iba a bordo del vuelo y fue trasladado junto a los demás pasajeros a un hangar desde donde este mediodía aguardaban el fin del operativo.
“Nos avisaron que íbamos a aterrizar porque había un equipaje no reconocido”, continuó, y explicó que tras bajar en Neuquén por las escaleras del avión les informaron que “había una amenaza de bomba” y los dirigieron al hangar, a unos 150 metros del aparato.
“La tripulación de abordo lo manejó bastante bien porque no dio información en el avión…hubiera sido distinto si lo decían arriba” del vuelo, consideró, y agregó que tras descender los pasajeros fueron cacheados.
