El cardenal George Pell, responsable de Finanzas del Vaticano y uno de los asesores más cercanos del papa Francisco, fue acusado ayer de múltiples abusos sexuales contra chicos en Australia, anunció la policía de ese país.
“La policía [del estado australiano] de Victoria ha acusado al cardenal George Pell de delitos de abuso sexual” cometidos en el pasado, declaró el comisario adjunto Shane Patton a los periodistas, ocho meses después de que la policía australiana interrogara a Pell en Roma por estas acusaciones, que él desmiente.
El anunció es un fuerte revés para Francisco, que ayer mismo había celebrado el cuarto consistorio de su pontificado, en el que creó a cinco nuevos cardenales.
En la ceremonia en el Vaticano, llamó a sus nuevos máximos colaboradores a servir y a no convertirse en “príncipes”.
“Jesús los llama a mirar la realidad, a no distraerse por otros intereses, por otras perspectivas. Él no los ha llamado para que se conviertan en «príncipes» en la Iglesia, para que se «sienten a su derecha o a su izquierda». Los llama a servir como él y con él. A servir al Padre y a los hermanos. Los llama a afrontar con su misma actitud el pecado del mundo y sus consecuencias en la humanidad de hoy”, dijo Francisco en la Basílica de San Pedro.
Allí, confirmando su visión de Iglesia en salida, atenta a las periferias, le entregó el anillo cardenalicio, el birrete y el título de una iglesia romana a Jean Zerbo, arzobispo de Bamako, Mali; a Juan José Omella, arzobispo de Barcelona; a Anders Arborelius, obispo de Estocolmo; a Louis-Marie Ling Mangkhanekhoun, vicario apostólico de Paksé, Laos, y a Gregorio Rosa Chávez, obispo auxiliar de San Salvador.
Rosa Chávez, sacerdote que fue cercano al beato monseñor Oscar Arnulfo Romero -el obispo salvadoreño mártir-, se convirtió en el primer obispo auxiliar que es designado cardenal.
Zerbo, que viene de uno de los países más pobres de África, de mayoría musulmana y que trabajó activamente para la paz y la reconciliación en su tierra, fue acusado recientemente de tener una cuenta millonaria en Suiza, luego justificada por la conferencia episcopal de su país.
Con esta ceremonia, el Papa -que hoy concelebrará con los cinco nuevos cardenales, el resto del colegio cardenalicio y demás obispos una misa solemne en la fiesta de San Pedro y Pablo, patronos de Roma-, volvió a cambiar la geografía del cónclave que elegirá a su sucesor. Francisco nombró a 49 de los 121 cardenales menores de 80 años con derecho a voto.
En caso de una elección papal, el mosaico sería el siguiente: Europa, 53 (24 italianos); Asia y Oceanía, 19; América del Norte, 17 (10 estadounidenses, 4 mexicanos y 3 canadienses); América latina, 17 (entre ellos dos argentinos, Leonardo Sandri y Mario Aurelio Poli), y África, 15.