En cuanto la pelota entró al arco, estalló en llanto. Es que así la sentía Neymar -y todo Brasil- a esta final de fútbol en los Juegos Olímpicos, que nunca habían ganado antes. Y ahora, en Río de Janeiro, conquistaron tras superar 5-4 a Alemania en los penales, tras el 1-1 del tiempo regular.
En el primer tiempo, el hombre del Barcelona clavó en el ángulo un tiro libre perfecto a los 27 minutos, para hacer estallar al Maracaná y darle ilusión a todos los hinchas. Así y todo, Alemania estrelló tres tiros en el travesaño.
Pero en la segunda parte, los germanos fueron más y llegaron a la igualdad a los 15 a través de Max Meyer para forzar el alargue, en el que nada pasó. Y todo se definió en los penales.
Desde los doce pasos, todos metieron. Hasta que llego el quinto disparo alemán: Weverton se lo tapó a Nils Petersen, y después Neymar lo metió para desatar la fiesta. Para darle a Brasil el único título importante que le faltaba. Con toda su gente, en su casa. Alegría nao tem fim.