¡Así es! Un estudio reciente realizando en Canadá dio evidencias de que los genes pueden incidir en nuestro peso.
¿El gen culpable?
El profesor e investigador de la Universidad de Toronto, el Doctor Ahmed El-Sohemy, descubrió que existe un gen llamado CYP1A2, que determina la rapidez con la que las personas metabolizan ciertos alimentos y bebidas.
Este estudio (que entra dentro del campo de la “nutrigenómica”) representa un gran avance en el campo de la nutrición y la pérdida de peso, pues le permitirá a los profesionales en un futuro cercano encontrar la mejor dieta para adelgazar de acuerdo a los genes de cada individuo.
Inexistencia de una fórmula única
El-Sohemy expresa:
Por lo general, se tiene una buena idea de lo que es una dieta saludable: una con bajos carbohidratos, pocos alimentos procesados o refinados, baja en carnes rojas y carnes procesadas, rica en verduras y frutas frescas y cereales integrales […] Podemos compararla con una dieta rica en alimentos procesados y carnes rojas, y hay enormes diferencias en términos de salud cardiovascular, de mortalidad y de cáncer.
Pero de acuerdo con el informe, existe la posibilidad de que esos valores de referencia varíen de acuerdo a la genética de cada individuo. Por eso mismo, a veces vemos que hay personas que comen de todo y no engordan un gramo, mientras que otras tienen que cuidarse de por vida. Parecería ser que todo sería responsabilidad del gen CYP1A2.
Si bien los profesionales de la nutrigenómica sugieren que los genes pueden ser los responsables de nuestras dificultades para adelgazar, esto no significa bajo ningún concepto que debamos descansarnos en ellos. Más allá de las particularidades, una dieta saludable y una buena rutina de ejercicio físico siempre nos ayudarán a difrutar de un peso saludable.
