Tres militantes de la Tupac Amaru se sumaron a la huelga de hambre que inició Milagro Sala, en rechazo de la sanción que le impusieron las autoridades del penal de Jujuy donde se encuentra detenida.
Las autoridades de la prisión de mujeres del barrio capitalino Alto Comedero sancionaron a Sala con 10 días de incomunicación, alegando actos de inconducta, por lo que la dirigente de la agrupación jujeña comenzó la huelga de hambre el pasado viernes.
Hoy se conoció que Patricia Cabana, Gladys Díaz y Mirta Aizama, alojadas en el mismo penal e imputadas por los supuestos delitos de “asociación ilícita, extorsión y fraude a la administración pública”, en la causa conocida como “Pibes Villeros”, también se plegaron a la protesta.
La dirigente de la Tupac se encuentra en una celda aislada, sin contacto con las otras internas.
Luis Paz, abogado de Sala, presentó un habeas corpus el mismo día de la sanción.
Al tiempo que la dirigente calificó de “arbitraria” la decisión de incomunicarla prohibiéndole las visitas.
Milagro Sala fue detenida el pasado 16 de enero acusada de “instigación” de una protesta por el largo acampe que se llevó a cabo frente a la Casa de Gobierno provincial, pero aunque en esa causa fue excarcelada no recuperó la libertad por la acumulación de los cargos por supuesto fraude al Estado y asociación ilícita en el manejo de fondos destinados a la construcción e viviendas.
