¡Tremendo! Vivía con sus padres muertos hace un año

El hombre que vivía con los cadáveres de sus padres será internado en un psiquiátrico. Los detalles del caso

La mujer murió sentada en la cama. Tal vez quiso acostarse porque se sentía mal. O al revés, quizá buscó salir a pedir ayuda. Su cuerpo quedó ahí, como si nadie lo hubiera visto. Dos meses más tarde, su marido, que vivía en la casa, cayó al suelo descompuesto y al cabo de un tiempo (pudieron ser minutos, horas o días) su corazón también se detuvo. El único de la casa que quedaba vivo era el hijo de la pareja de ancianos. Pero el hombre, de 43 años, tampoco hizo nada. Y vivió con ellos allí durante al menos un año. El hecho, macabro e insólito, se descubrió el lunes a la noche. Detrás de la historia no hay ni crimen ni más misterio que la mente del sobreviviente, un hombre con esquizofrenia. “No hay signos de violencia en los cuerpos”, indicó el primer análisis de los peritos forenses, lo que dio por descartada cualquier hipótesis criminal.

¿Los mataste vos?, le preguntó un policía de Vicente López a Roberto Princic (43), el hijo de la pareja tras el hallazgo.

No, no. Yo no los maté. Mi papá murió en julio y mi mamá en agosto.

El hijo de la pareja de ancianos padece esquizofrenia

El hijo de la pareja de ancianos padece esquizofrenia

Por eso, la autopsia era clave para conocer los motivos de la muerte de los ancianos. Y lo que indicó fue, en ambos casos, “muerte natural”. “El resultado de la autopsia indica ausencia de signos de violencia, incluso se practicaron placas y ninguna revela traumatismo alguno; los huesos de la tráquea están intactos y las ropas no presentaban signos de fuerza”, comentó a Infobae una fuente judicial, que aclaró que“la data de muerte de la mujer sería entre 10 y 12 meses, y la del hombre, 12 a 14”.

El hecho fue descubierto el lunes por la noche en una vivienda de la calle Agustín Alvarez 1563 de la localidad bonaerense de Florida, Vicente López, en el norte del conurbano. Los cadáveres del matrimonio estaban en estado de avanzada descomposición.

El descubrimiento se inició cuando Roberto Princic, el hijo de la pareja, fue encontrado por los vecinos fuera de la casa con lesiones y una fractura de cadera, lo que originó el llamado a una ambulancia. Durante el traslado al hospital los médicos descubrieron que se trataba de un paciente psiquiátrico. El hombre estaba en crisis y les dijo que vivía con sus padres muertos, tras lo cual, por supuesto, la situación fue informada a la Policía.

El fiscal de Vicente López Martín Gómez pidió el allanamiento de la casa y entonces los agentes encontraron los cadáveres de Eugenio Roberto Princic (80) y de su esposa, María Elena Guido (79). Del hombre sólo quedaba, prácticamente, el esqueleto. Estaba al costado de una cama, boca abajo y vestido con camisa escocesa, un polar beige claro, jogging, medias y zapatos. La mujer apareció en la cama de otra habitación, ubicada en el fondo de la propiedad. Estaba recostada sobre su costado derecho pero con los pies aún apoyados en el piso y tapada con una frazada a cuadros azul.

Las datas de muerte calculadas por los investigadores serían coincidentes con lo que informó el hijo a la Justicia: dijo que su papá murió en julio y la mamá en agosto de 2016. “El hombre tenía una cirugía cardíaca que se veía a simple vista en el pecho, por lo que se cree que se pudo haber descompensado y quedó tirado de la forma en que apareció el esqueleto”, dijo un investigador judicial.

Según determinaron los investigadores, Roberto Princic dormía en una habitación contigua a la que yacía el cuerpo de su madre y, por el testimonio de vecinos, tenía actitudes antisociales. En la casa se hallaron alrededor de 11.000 pesos en distintos cajones. Gómez busca determinar cómo vivía el hombre tras la muerte de sus padres. Pero a los fines del caso, no hay mucho más que conocer. “No hay otra veta investigativa para profundizar. La clave era la autopsia y no hubo datos reveladores”, comentó a este medio una fuente del caso.

En la casa encontraron también mucha presencia de hollín. Según un informe que le presentó Bomberos eso tendría que ver con la forma en que se cocinaba la comida Princic después de que le cortaran el suministro de gas. “A raíz de haberle sido cortado y que su papá fallecido era el titular, no podía pedir la restitucion del servicio y quemó papel debajo de una rejilla con aceite para calentar su comida. Eso generaba excesiva cantidad de humo”, explicaron fuentes del caso.

Ruth, una vecina que vive a tres cuadras de la casa donde hallaron los cadáveres y cuyo esposo era el odontólogo del matrimonio Princic, contó al canal C5N que “hace un año” que no sabían nada de la pareja. “No los vimos más y nos preguntábamos ¿qué habrá sido de esta gente? Pensábamos que se habían mudado pero nunca nada como esto”, dijo la mujer. Un investigador se mostró sorprendido por las declaraciones: “Si eran tan amigos no sé por qué no se les ocurrió tocar la puerta. Este hecho lo que muestra es la falta de empatía con el otro”.

Sobre el hijo del matrimonio, la vecina dijo: “Sabíamos que tenía un problema psiquiátrico y que el padre le tenía miedo porque no sabía qué reacción podía tener. Era una relación rara, porque el muchacho no está bien”. Y otro vecino contó que “a veces el padre llamaba a la policía para que su hijo tomara la medicación psiquiátrica”.

El fiscal Gómez ordenó que Princic hijo, quien iba a ser operado de la cadera, fuera sometido también a una evaluación médica interdisciplinaria en el Hospital de Vicente López: “Se estableció que en el marco de la ley de salud mental presenta riesgo cierto e inminente para sí y para terceros con delirio paranoide”, explicaron fuentes. Por eso, el hombre será internado y quedará bajo custodia del Juzgado de Familia 3 de San Isidro. De todas formas, antes, será operado de la cadera. “No queda otra que el archivo, no hay testigos, el hombre es inimputable, no está en sus cabales, cualquier investigación sería inútil”, comentó uno de los investigadores.