Una sola mano. Un derechazo descendente que se estrelló directo en el mentón. Apenas eso fue lo que necesitó el franco-argelino Zinedine Hameur-Lain para noquear al estadounidense Warren Thompson.
Habían pasado nada más que 17 segundos de la pelea de kickboxing que protagonizaban, cuando Zinedine se despachó con esa tremenda mano que mandó a la lona a Thompson, quien no se levantó más.
El árbitro paró inmediatamente la pelea sin hacer el conteo de rigor, viendo que el peleador estaba en el piso y sin reaccionar.
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