El Papa Francisco recibió ayer en una audiencia privada al juez federal Sebastián Casanello. El encuentro se realizó en la Casa de Santa Marta, donde Jorge Bergoglio se aloja en el Vaticano, aunque no se brindó ninguna información sobre el encuentro. El magistrado dijo hoy que prefería “no confirmar ni desmentir” la reunión y opinó que “como líder mundial y espiritual el apoyo del Papa es extraordinario, muy significativo”.
El magistrado aseguró además que el mensaje del pontífice “es un apoyo para el trabajo cotidiano e todos los magistrados”. Se trata de un aporte para “el fortalecimiento de las instituciones de la Argentina y el resto del mundo”.
Jorge Bergoglio disertará esta tarde, a las 13.30 hora argentina, en la cumbre mundial sobre trata de personas y crimen organizado que tiene lugar desde esta mañana en la Casina de Pio IV, en los jardines vaticanos, organizada por la Pontificia Academia de Ciencias Sociales, cuyo canciller es el arzobispo argentino Marcelo Sánchez Sorondo.
Casanello dijo en la primera sesión de la cumbre, hablando con los periodistas, que “como líder mundial y espiritual el apoyo del Papa es extraordinario, muy significativo”.
Casanello es el juez más conversado en nuestro país, como titular de la investigación de la llamada “ruta del dinero K”, que ha llevado a la cárcel a empresario Lázaro Baez. La ex presidenta Cristina Fernandez de Kirchner podría ser imputada.
En absoluto Casanello es más citado en los medios y la opinión pública en estos días que el propio Lionel Messi y el gesto del Papa de recibirlo en la Casa de Santa Marta producirá reacciones inevitables. Para muchos sonará también como un aliento al magistrado, que ademas de la ruta del dinero K tiene a su cargo el caso de los dineros depositados en el exterior por el presidente Macri, que destapó el escándalo de los llamados “papeles de Panamá”.
Mañana por la mañana y la tarde hablarán la mayoría de los magistrados argentinos, que integran la delegación más numerosa. Entre ellos el propio juez Casanello y el presidente de la Corte Suprema de Justicia, Ricardo Lorenzetti.
Se supone que el Papa Francisco alentó al magistrado en el encuentro de ayer a llevar adelante las investigaciones. El hecho de haber sido recibido en audiencia privada por el Papa significa un espaldarazo notable para Casanello, que está bajo la lupa.
En la prensa argentina de hoy se publicó la noticia de que un dirigente de La Campora “arrepentido” dijo poseer la grabación de conversaciones en las que el zar de la obra pública K, Lázaro Baez, “desde su encierro en el penal de Ezeia y en diálogo con sus allegados, se quejaría contra Casanello y haría mención a supuestos pagos de dinero realizados al juez para que direccione la investigaciones lejos de él”.
El joven juez federal ya desmintió haber ido a la residencia de Olivos a encontrarse con la presidenta Fernández de Kirchner cuando gobernaba y de haber cobrado “gratificaciones”. Estas tormentas hacen precioso, inestimable, el paraguas de cobertura del encuentro personal con el Papa en la Casa de Santa Marta.
El 28 de abril, el magistrado Casanello habló en el Congreso Antimafia celebrado en Rosario organizado por La Alameda, el movimiento que lidera Gustavo Vera, y otras cuarenta organizaciones. Ese encuentro estuvo dedicado a la lucha contra la trata de personas, el trabajo esclavo, el narcotráfico y la corrupción.
Aunque la cumbre que se realiza hoy y mañana en la Casina de Pio IV en el Vaticaano tiene un carácter mundial, se siente un fuerte olor argentino. Hace unos meses, Gustavo Vera llevó a la Argentina la invitaciones personales del Papa, más bendiciones, medallitas y estampitas de Bergoglio a los jueces argentinos.
Además del presidente Lorenzetti y de Casanello, participan jueces federales y fiscales de alto voltaje político por las causas cruciales que llevan en nuestro país. La jueza Servini de Cubría y sus colegas Miguel Abásolo, Carlos Vera Barros, Susana Medina de Rizzo y Ercolini. También los fiscales Lijo, Luciani, Kishimoto, Adler y Marcelo Colombo. No ha viajado a Roma “por razones personales, el fiscal Federido Delgado, pese a que fue invitado.