El presidente de los Estados Unidos, Barack Obama, regresó a última hora del domingo a Washington procedente de España y visitará el martes Dallas (Texas), donde fueron asesinados cinco policías, junto con el ex presidente George W. Bush y el actual vicepresidente, Joe Biden.
El avión presidencial, el Air Force One, aterrizó a las 20:49 hora local (00:49 GMT) en la Base Aérea de Andrews, a las afueras de Washington, en un vuelo que partió de la base naval de Rota (Cádiz, sur de España), informó la Casa Blanca en un comunicado.
Obama acortó su viaje a España un día, cuando estaba previsto que fuera de dos, por la semana de violencia que ha vivido su país con las muertes de dos hombres negros a manos de agentes y la matanza de cinco policías en Dallas.
El mandatario se desplazará el martes a la ciudad texana para participar en un homenaje a las víctimas de la matanza, al que también asistirán Biden, Bush (presidente republicano entre 2001 y 2009) y la esposa del ex presidente, Laura Bush.
Está previsto que tanto Obama como Bush pronuncien discursos en una ceremonia multiconfesional en honor a los cinco agentes asesinados el pasado jueves por un joven ex soldado de la guerra de Afganistán en una protesta contra la violencia policial.
“El martes 12 de julio, por invitación del alcalde de Dallas, Mike Rawlings, el presidente viajará a Dallas, Texas, para pronunciar un discurso en un homenaje a las víctimas en el Morton H. Meyerson Symphony Center en el que participarán las familias”, informó este lunes el vocero de la Casa Blanca, Josh Earnest, en un comunicado.
Obama se reunirá además, en privado, con las familias de las víctimas y de los nueve heridos, entre los que había siete agentes, para expresarles personalmente “el apoyo y la gratitud de la nación por su servicio y su sacrificio”.
El presidente estadounidense regresa así, antes de lo previsto, de su viaje europeo, que ha incluido la cumbre de la OTAN en Varsovia (Polonia) y la visita a España.
La matanza de Dallas y la tensión racial en los Estados Unidos han centrado gran parte de las intervenciones públicas de Obama durante su viaje, que ha coincidido con una semana de violencia que ha dejado un pesado rastro de dolor, indignación, luto y división racial en su país.
El francotirador Micah Xavier Johnson, un ex soldado negro de 25 años, impuso el terror el jueves en una protesta pacífica contra la violencia policial hacia las minorías, sobre todo la afroamericana.
La matanza no ha frenado las manifestaciones por todo el país del movimiento Black Lives Matter (Las vidas de los negros importan), que se ha desvinculado totalmente del suceso de Dallas y ha recordado que su razón de ser es “llamar a que cese la violencia, no escalarla”.