Los años pasan para todos, aunque algunos saben frenarlos a tiempo gracias a un buen bisturí: esta vez, el que “cambió de cara” fue Tom Cruise. A los 54 años, al actor de “Top Gun” casi parece el mismo jovencito que conquistó Hollywood. No hay arrugas a la vista, pero tampoco fuertes indicios de bótox. “Su retoque ha sido una obra de arte”, aseguran sus allegados.
La prueba del rostro notablemente rejuvenecido se vio en Instagram. La actriz británica Annabelle Wallis, compañera en la película “La momia”, compartió una imagen del elenco en África, en pleno rodaje. “¡Namibia, estamos encantados de estar aquí!”, escribió la rubia, abrazada a Cruise, a Jake Johnson y a Courtney Vance.
Meses atrás, el protagonista de “Misión imposible” había sido visto con el rostro hinchado y la piel tirante. Después de las críticas, Tom se había preocupado y habría encontrado la manera de “mejorar” ese aspecto artificial.
La forma de contrarrestar su excesiva juventud fue elogiada por varios medios del mundo. Recordemos que no es moneda corriente en Hollywood un “rejuvenecimiento” que termine siendo más “natural”. Días atrás, fue Meg Ryan el centro de los “disparos” y los debates. Su nuevo rostro dio que hablar y originó cientos de “memes”.
Lejos de los detalles físicos, por estos días, algo realmente preocupante afecta a Cruise: un hombre llamó a la iglesia de la Cienciología, de la que forma parte el actor, para decir que pondría una bomba. El sujeto se habría identificado como un musulmán capaz de poner bombas suicidas.
El misterioso hombre dijo “Allah Akbar, Tom Cruise”, frase que algunos terroristas han usado antes de sus ataques. Aunque podría tratarse de una broma de mal gusto, la Policía de Los Ángeles investiga a toda marcha.
Tom Cruise visitó la Argentina en marzo de 2013. Presentó su película “Oblivion”, visitó San Telmo y hasta fue homenajeado en el Colón. Por entonces se lo veía con varios retoques estéticos. Esta vez, para alegría de sus fans, dio en el clavo con el nuevo médico y el nuevo tratamiento.