Tips para cuidar tus pies

Si pasás todo el día sentada en la oficina, si tu trabajo requiere que estés parada o si hacés ejercicio regularmente, no dejes de ver estos consejos para cuidar tus pies y mantenerlos saludables.

Llega el verano y, ya al descubierto, se vuelven protagonistas. Soportan nuestro peso y las diferentes actividades que hacemos durante la mayor parte del día y por eso es importante que los mantengamos cuidados, además de lindos y prolijos. La elección del calzado adecuado, una buena higiene con exfoliación frecuente e hidratación diaria son algunos de los pasos básicos que no pueden faltar en tu rutina. Mirá estos consejos de expertos para lucirlos y no tener molestias.

ESTAR DE PIE

Son muchas las mujeres que pasan la mayor parte del día trabajando paradas, de un lado a otro. En estos casos, no sólo los pies están haciendo un esfuerzo sino también las piernas y la espalda. De hecho, de acuerdo con la Sociedad de Podólogos de los Estados Unidos, cada año se pierden dos millones de jornadas laborales debido a trastornos de las extremidades inferiores. Mucho de este se puede prevenir utilizando el calzado adecuado y siguiendo una rutina diaria de cuidado de los pies.

Para elegir el mejor par de zapatos lo ideal es priorizar los de suela plana para que el talón quede elevado un centímetro del piso y que ofrezcan un buen soporte para el arco. “El calzado en la vida diaria es un elemento básico y esencial ya que protege el pie de agentes externos como el frío, la humedad, y de las superficies irregulares. Un calzado adecuado sirve de apoyo al pie para facilitar el paso, la marcha o la locomoción, favoreciendo la postura, y estableciendo una relación entre el calzado y la posición que adopta el cuerpo”, explica el Dr. Santiago Farenga, Director de la Diplomatura en Terapia Manual Musculo Esquelética de la Facultad de Medicina de la Fundación Barceló.

¿Otro factor a tener en cuenta? El tamaño del zapato: “si es muy ajustado se dificulta la correcta circulación y, si es muy holgado, puede provocar roces que generen ampollas y lastimaduras”, sostiene Corina Kirby, category Manager en Amopé. “El mejor momento para comprar calzado es hacia el final del día, cuando los pies están más hinchados: esto permite corroborar que en el interior del zapato los dedos puedan moverse libremente y sin tocar la puntera”, agrega.

Un tip para quienes pasan la mayor parte del día de pie es estirar, relajar y alargar los músculos tensos de las piernas y los pies cada hora. Uno de los ejercicios más simple consiste en pararse frente a una pared, colocar las manos contra ella y luego extender una pierna detrás del cuerpo, empujando el talón en el piso lo más que se pueda. Hay que mantener esa posición hasta sentir el estiramiento y luego cambiar de lado, al menos tres veces por cada pierna.

DE PIERNAS CRUZADAS

Permanecer una larga jornada frente a la PC o sentada en una recepción, oficina o escritorio no significa que la salud de los pies está garantizada. En este caso es importante mover periódicamente dedos, rodillas y tobillos para garantizar una buena circulación, elegir calzado que permita que el pie respire y realizar tratamientos de exfoliación e hidratación para que la piel se regenere luego de tantas horas dentro del calzado en la misma posición. Además es fundamental limar durezas y asperezas y así evitar que se hagan callos y grietas en la piel. Se recomienda exfoliar el talón una vez por semana con el objetivo de eliminar las células muertas acumuladas y devolver a esa zona la suavidad.

EN MOVIMIENTO

Hacer ejercicio es clave para mantener una vida saludable y los pies son la parte que más sufre durante la práctica de cualquier deporte, por lo que cuidarlos es indispensable. Atenta a este dato: ¿sabías que en una carrera de 5km, el pie choca con el piso más de cuatro mil veces y si no se toman los recaudos necesarios, pueden generarse traumatismo y malestares que perjudiquen la salud y el entrenamiento?. “Si la forma de pisar es importante en cualquier persona, lo es todavía mucho más para un deportista ya que la intensidad y la cantidad de pasos que por la práctica requiere es aún mayor”, sostiene Kirby. Por eso, consultar a un traumatólogo y asegurarse de que la pisada es correcta es el primer paso al comenzar un deporte. Observar el desgaste y la deformación del calzado es otra forma de corroborar periódicamente la forma de la pisada. Además, hay que prestar atención y atender heridas o ampollas, por más pequeñas que sean ya que pueden provocar infecciones y molestias no deseadas.

Por otro lado, luego de realizar actividad física, la higiene es imprescindible y es necesario estirar los pies al igual que el resto del cuerpo, tanto los dedos como el empeine. Si es posible, se recomienda sumergirlos en agua fría durante un rato para desinflamarlos.

Al momento de la ducha, lo mejor es usar un jabón neutro y lavar con detenimiento cada zona, especialmente entre los dedos. El secado es tan importante como el lavado ya que exceso de humedad favorece la aparición de hongos y bacterias. “El verano es también es el momento del año donde debemos cuidarnos en piletas y duchas públicas, por el contagio de hongos. Siempre que se pueda hay que usar ojotas para prevenir el contacto con el suelo y secar los pliegues y las uñas minuciosamente para no dejar rastro de humedad”, advierte Farenga.

UNA BUENA FORMA

Un último punto a tener en cuenta, compartido para todo tipo de pie y actividad, es la correcta forma de las uñas para evitar que se enganchen y se quiebren. Las uñas están compuestas por queratina, fuerte proteína que también está en el pelo y piel. Actúan como una placa protectora de la yema de los dedos, donde se encuentran numerosas terminaciones nerviosas. Crecen, en promedio, 2 -3 mm por mes (manos) y de 1 mm (pies). De hecho, toma de 6 a 24 meses una uña crecer desde la raíz hasta el borde. Este ritmo de crecimiento decrece a medida que aumenta la edad, principalmente por mala circulación sanguínea y cambios en el metabolismo. También se observan otros trastornos como decoloración y engrosamiento. “Lo mejor es cortarlas de forma recta, limarlas para eliminar picos y asegurarse que no queden cortas las esquinas para que no se encarnen. Las uñas largas siempre son enemigas ya que rozan la puntera de la zapatilla y pueden ponerse negras”, concluye Kirby.