“No tengo miedo, tengo terror a que se cometa una injusticia”, dijo Diego Lagomarsino, el principal investigado por la muerte del fiscal del atentado a la AMIA Alberto Nisman. El perito informático sería procesado en breve por el juez federal Julián Ercolini, por haberle prestado al fiscal del caso AMIA el arma que terminó con su vida. Aunque el imputado dijo que tiene miedo de ir preso el juez igualmente no ordenaría su encarcelamiento pero sí mantendría el sistema de tobillera electrónica.
De acuerdo al fiscal federal Eduardo Taiano, Lagomarsino no participó del homicidio pero proveyó lo que denominó como “arma amiga” que fue usada para un “montaje de suicidio”. El fiscal además acusó al técnico de “haber prestado una colaboración necesaria” para el “plan criminal” que terminó con la vida del investigador, al prestarle un arma de fuego Bersa, calibre 22, que no tenía autorización legal porque estaba vencida desde el 1° de abril de 2007.
“Mi vida hoy está muy restringida por mí mismo. Más allá de la tobillera no me gusta exponerme”, dijo el excolaborador de Nisman, que reiteró que es inocente. “No está bueno la situación que estoy viviendo, es una situación de mierda, no tengo nada que ver”, afirmó. “Estoy agotado, tengo terror a que se cometa una injusticia”, indicó.
Lagomarsino ratificó su versión de que le dio el arma a Nisman a pedido del fiscal, preocupado por la seguridad de sus hijas. “Solo entregué el arma por pedido de él, del resto no tengo nada que ver, es incompatible que se me acuse de integrar un ‘plan criminal’. Están los llamados de Alberto a mí pidiéndome el arma”, dijo el perito en una entrevista con América 24.
“Obvio que tengo miedo de ir preso, no tengo nada que ver”, expresó el técnico informático, que consideró como algo “difícil” que Nisman se haya querido suicidar. Dijo que el fiscal tenía “estrés” por haber denunciado a la expresidenta Cristina Kirchner, por presunto encubrimiento a los iraníes acusados por el atentado a la AMIA, y que Nisman “se quebró” cuando le dijo que sus hijas no querían estar con él “por miedo a que les pase algo”.
Lagomarsino ratificó que tenía una relación con Nisman por la que “necesitaba estar todo el tiempo al lado” y que durante siete años le entregó la mitad de su salario. “Durante 7 años años le di el 50% del sueldo porque me interesaba trabajar con él y además porque en el Estado es normal que ocurra eso”, aseguró.
Además dijo que no conoce al exsecretario K de Seguridad Sergio Berni aunque tampoco a la fiscal Viviana Fein, que estuvo a cargo de la investigación en el primer tramo, hasta que fue desplazada de la causa. Ambos estuvieron en la escena de la muerte de Nisman y fueron denunciados por irregularidades cometidas en el departamento de Puerto Madero donde encontraron el cuerpo del fiscal, como reveló Periodismo Para Todos.
Nisman fue encontrado muerto con un tiro en la cabeza en el baño del departamento que vivía en la torre Le Parc, en Puerto Madero. El hallazgo se produjo poco después de la denuncia que hizo contra la expresidenta Cristina Kirchner y funcionarios allegados por encubrimiento a los iraníes acusados por el atentado a la AMIA. De acuerdo al peritaje de Gendarmería la muerte del fiscal se produjo a las 2.46 del domingo del 18 de enero de 2015.
El perito informático, en una entrevista con Cámara del crimen, mostró por primera vez la tobillera electrónica que lleva por orden de Ercolini, para que la Justicia sepa las 24 horas dónde se encuentra.
Sobre Lagomarsino pesa una prohibición para acercarse a puertos y aeropuertos. Tampoco alejarse a más de 100 kilómetros de su casa de Vicente López, que fue allanada.
“Gendarmería lo primero que hizo fue leerme el acta de allanamiento, después me puso la tobillera y luego se llevó muchas cosas de mi casa, como mi computadora, que si la hubiera pedido antes las habría dado”, dijo el perito en la entrevista.
