En un momento en donde firmas como Chanel, Gucci, Versace o Balenciaga estampan sus logos en remeras, vestidos o carteras comienza a surgir tímidamente, dentro del mercado de la moda, una tendencia que apunta a adquirir prendas y accesorios que no tengan la marca tan visible.
Esta preferencia se hace más presente entre la llamada Generación Z (menores de 17 años) y entre los millennials de 25 a 34. Según publicó el Diario El País de España, The NPD Group reveló que: “un tercio de las carteras que se compraron en Estados Unidos, en los últimos 12 meses hasta junio de 2016, no tienen logo visible”. Asímismo, en otro reciente informe de NPD un 81% de los millennials entrevistados reveló que “para ellos lo importante es que el logo sea sutil”.
Una de las marcas que más éxito tuvo en el último tiempo y que se ampara en este nuevo concepto de moda despojada de etiquetas es Mansur Gavriel, una marca independiente de carteras creadas por Rachel Mansur y Floriana Gavriel. Desde sus inicios, en 2013, cada vez que lanzan una nueva colección logran agotar sus productos en un abrir y cerrar de ojos. Otra de las firmas que se sube a esta movida es Céline de la mano de Phoebe Philo, su directora creativa. Durante la última semana de la moda de París, la marca de carteras presentó diseños despojados y bastante minimalistas en donde el logo casi ni se percibe sobre el accesorio.
Por último, sólo basta con recordar a Hermés para dejar en claro que, tal vez, aquellos bolsos que logran traspasar las modas y se convierten en auténticos iconos son los que se distinguen por su diseño y creación, y no por su marca. Un claro ejemplo es el ya conocido modelo Birkin, uno de los más legendarios de la casa francesa que sigue siendo uno de los más elegidos a través de varias generaciones.
“Los consumidores están empezando a estar menos centrados en la imagen y más preocupados en la individualidad, especialmente entre los más jóvenes”, asegura el analista jefe de la empresa Marshal Cohen. Tal vez es el comienzo de una nueva era para el universo de la moda donde el valor de cada prenda o accesorio pasa por el trabajo del diseño en sí y no por el nombre de quién lo crea.