La imagen “mala o pésima” de Temer trepó al 77%, un índice peor que los registrados en la segunda mitad de la década de los 80 por su par José Sarney, que hasta ahora era el campeón de impopularidad entre todos los gobernantes civiles posteriores a la dictadura (1964-1985).
La desaprobación de Temer ha crecido de forma constante en los últimos sondeos de la consultora Ibope, contratada por la Confederación Nacional de la Industria.
En diciembre del año pasado, la reprobación era del 46%, subió al 55% en marzo, pasó al 70% en julio y llegó al 77% en la nueva encuesta de Ibope en base a las respuestas dadas por 2.000 personas entre el 15 y el 20 de septiembre.