La telemedicina promete reestablecer criterios, metodologías y estrategias globales de salud. Según Medicare, el sitio web oficial para la atención médica del gobierno de los Estados Unidos, “busca mejorar la salud de una persona, permitiendo la comunicación interactiva en tiempo real entre el paciente y el médico o el profesional a distancia. Esta comunicación electrónica conlleva el uso de equipos de telecomunicaciones interactivas que incluyen, como equipamiento mínimo, audio y video”. Es la proyección de los principales líderes de la profesión, un conducto transitivo hacia la medicina del futuro, la asimilación de beneficios y atributos tecnológicos al servicio de la salud y la vía para mejorar la sostenibilidad de la salud en las comunidades.
Es, en síntesis, la prestación a distancia de servicios clínicos de salud gracias a la infraestructura de telecomunicaciones. Una innovación con suficiente potencial para transformar la atención de millones de personas. Sus alcances y pronósticos, su profundización y aplicación, los efectos de la telemedicina serán analizados y procesados en uno de los congresos de salud más prestigiosos del globo: el décimo segundo Congreso Mundial de Profesionales de la Salud Armenios –Armenian Medical World Congress (#12AMWC)- que tendrá su sede en Buenos Aires (la primera vez que se hará en territorio hispanoamericano) entre el 31 de mayo y el 2 de junio de 2017.
El congreso atenderá tres tendencias interrelacionadas que conforman el esquema actual de la telemedicina. Su principal propósito es ampliar el acceso a tratamientos de salud: popularizar, democratizar y proliferar la atención médica. La evolución de su impacto prevé superar los límites a los que estaba destinado: servicios militares, de prisiones o de zonas rurales alejadas. Desde los centros de salud hasta las startups, la intención es ofrecer servicios virtuales de salud de bajo costo y de resolución inminente. Tratamientos online 24 horas de diagnósticos comunes e inconvenientes que contrasten con atenciones médicas convencionales que demanden tiempos y gastos de traslado.
El segundo principio de este moderno método es su expansión profesional: promete abordar enfermedades más agudas y tratar también episodios crónicos y condiciones de salud más severas. Y en el sentido evolutivo de su implementación, el tercer área para potenciar la telemedicina: la migración de hospitales y clínicas satelitales hacia los dispositivos domésticos y móviles con el fin de aumentar el radio de influencia.
Los expertos coinciden en una enumeración de fundamentos que respalden su desarrollo, promoción y profundización. Consideran que los servicios de salud en línea (e-salud) favorecen la atención integral de los pacientes, combaten la desigualdad de acceso a los recursos sanitarios, reducen el tiempo de espera tanto para diagnósticos como para tratamientos a través de consultas remotas, conceden nuevos entornos organizativos y estimulan el trabajo en red, promueve la globalidad y la interoperabilidad en las organizaciones sanitarias, y permite que los pacientes estén más informados y sean más responsables de su enfermedad.