El discurso que el presidente Mauricio Macri pronunciará a las 11 de hoy en el Congreso, para abrir el 136 período de sesiones ordinarias, hará eje en una agenda con una mirada “hacia el futuro”, que ratifica el rumbo económico y plantea los “desafíos” de cara a los próximos dos años, al tiempo que promueve la búsqueda de “consensos” políticos en torno a una agenda básica, según adelantaron fuentes gubernamentales. El discurso del presidente podrá verse en vivo a través de la web de El Territorio.
Macri arribará al Parlamento escoltado, como es tradicional, por la Fanfarria Alto Perú del Regimiento de Granaderos a Caballos, unidad escolta presidencial, y lo recibirá la vicepresidenta Gabriela Michetti junto a una delegación de diputados y senadores de todos los partidos políticos.
Una fuente gubernamental adelantó a que el discurso de Macri “mirará hacia el futuro”. Esto marcará una diferencia respecto de los dos discursos anteriores, en los que se expuso el programa de gobierno. El presidente exhortará también a profundizar la transformación aprovechando el “cambio de fondo” que impulsa su administración, dijo la fuente que señaló que el presidente Macri revisa permanentemente el mensaje que brindará mañana, por lo que advirtió “está todo el tiempo sujeto a modificaciones”.
La idea que expresará Macri en su discurso será que Argentina ha dejado atrás su “experimento populista” evitando una crisis económica y que lo ha hecho dentro de sus instituciones democráticas. También reafirmará la convicción de ser parte integrante de “la generación que cambie la Argentina para siempre”, como suele afirmar últimamente el Presidente en actos públicos. En paralelo, respecto al pasado, insistirá en “dar vuelta la página” y construir el futuro el base a “decirnos la verdad” para “generar confianza” y que el “diálogo” sea la base en la búsqueda de “consensos básicos”. En esa dirección, marcará que todas las reformas que pergeñó su gestión han sido aprobadas por el Congreso, no solo con los votos del oficialismo sino también de la oposición, y recordará que Cambiemos es minoría en las cámaras, lo cual demuestra que los acuerdos alcanzados le dan significancia a la solidez del proceso político que inició hace dos años.
El eje central será el mismo que enunció al asumir la presidencia el 10 de diciembre de 2015 cuando pidió que sobre esos parámetros se juzgue a su gobierno, reducir la pobreza, combatir el narcotráfico y unir a los argentinos, pero mañana el jefe de Estado desplegará su visión de cómo se están dando pasos firmes y cómo está creciendo hoy la Argentina y cómo la quiere moldear para las próximos años en base a esos tres propósitos. En ese plano, Macri insistirá en que su gestión quiere algo que es mucho más que un cambio económico y que se trata de un cambio cultural, algo que comprende la necesidad de cambiar la cultura del poder en la Argentina, de arriba hacia abajo. La idea que implica es que el Gobierno debe dar el ejemplo, en sintonía con la reducción anunciada en enero del 25 por ciento de los cargos políticos en el Poder Ejecutivo y la exclusión de familiares de ministros de sus cargos. En ese sentido, el jefe del Estado recordará que pidió que haya correlatos de esas medidas en el resto de los poderes y las jurisdicciones.
En el campo económico, Macri ratificará el rumbo y disparará una vez más su latiguillo de que “por primera vez en cien años, la Argentina bajó el gasto, el déficit fiscal y los impuestos”. Asimismo, enfatizará que bajó la inflación al menor nivel en una década y va a seguir bajando, que creció el empleo y que este año el país crecerá mejor todavía que en el 2017. Macri también ponderará que, tras haber reorganizado la economía, el país ha salido también del aislamiento internacional en el que estaba y hará hincapié en que “ahora” Argentina puede desempeñar un papel significativo en el panorama internacional. En ese plano, resaltará el hecho inédito de que Argentina presida el G20, cuyos presidentes, entre ellos de Estados Unidos, Donald Trump y de Rusia, Vladimir Putin, se reunirán a fin de año en Buenos Aires en una mesa presidida por Macri.
El lema de la presidencia que ejerce el jefe de Estado argentino es indicativo de lo que también será la política interna este año: “Constituir el consenso para un desarrollo justo y sostenible”, según adelantaron. Macri apuntará que el país portará la perspectiva política de toda Latinoamérica y establecerá una agenda basada en el futuro del empleo frente a las consecuencias del cambio tecnológico, la inversión en educación y en infraestructura para el desarrollo teniendo como base la inversión privada, como así también la necesidad de un futuro sostenible en cuanto a la alimentación.
El presidente señalará, además, la significancia de las tratativas para un acuerdo del Mercosur con la Unión Europea, postergado durante décadas, y que merced a una iniciativa de Macri podría alumbrar próximamente. Asimismo, hará un nuevo llamado para comprometer a todos los sectores a colaborar en el fortalecimiento de la República y a construir un Estado que “no esté al servicio de la política, de sus funcionarios o de sus gremios, sino al servicio de los argentinos”, lo cual, dirá, incluye reformas para prevenir y castigar a la corrupción. También insistirá en los acuerdos y de las mesas sectoriales que lanzó su gestión, sobre la premisa de que “todos tienen que ser parte de la conversación: sindicatos, empresas, gobiernos”. El capítulo de la justicia merecerá una mención especial en su discurso, puntualizando la necesidad de “mejorar la independencia y la calidad” del servicio, para beneficio del ciudadano común.