En las últimas semanas empezaron a funcionar los nuevos controles migatorios para detectar pasajeros aéreos que tengan antecedentes. La medida, que cambia la Ley de Migraciones, sirve para saber -con anticipación- si una persona es requerida por la Justicia nacional o de otro país, para así poder rechazar su entrada a la Argentina. El plan incluye deportaciones exprés y ya fue publicado en el Boletín Oficial a través de un Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) del presidente Mauricio Macri.
Con los controles aéreos en funcionamiento la Casa Rosada ahora va por el transporte terrestre y ya trabaja en el desarrollo de un plan similar al API (sistema de Información Anticipada de Pasajeros) para replicar los controles en los usuarios de micros de larga distancia. Al igual que en el caso de las líneas aéreas el Gobierno le pedirá a las empresas de ómnibus información de los pasajeros, indica Clarín.
Las empresas de aerotransporte comunican con la API el nombre y apellido del pasajero, pasaporte o documento, número de viaje y el ticket de equipaje. El problema es que aunque para estas compañías el pedido resulta muy simple las empresas de transporte terrestre por el momento no pueden brindar estos datos, ya que no existe un sistema en línea para concentrar los datos de sus pasajeros.
La Dirección Nacional de Migraciones y los ministerios de Transporte y Seguridad ya trabajan para avanzar en breve con esta medida que, aseguran, servirá para combatir el narcotráfico y la trata de personas. “Queremos replicar lo mismo que se hizo con los vuelos en los ómnibus. Eso nos va a permitir saber quién está viniendo al país y cruzarlo antes de que llegue a la frontera con nuestra base de datos y la de Interpol”, dijo el director del organismo, Horacio García.
En qué consistirán las medidas y por qué se aplicarán
Una de las medidas que se aplicarán en los transportes de micros será el control de los bultos y equipajes de los pasajeros, con el objeto de que todo quede registrado en línea, al igual que en los aviones. Esto reforzará el trabajo que hace Gendarmería en los pasos internacionales. Actualmente una de las dificultades es que cuando las fuerzas de seguridad encuentran equipaje con drogas arriba de un ómnibus a los efectivos les cuesta identificar a qué pasajero le pertenece y, en la mayoría de los casos, no es detenido.
Otra de las cuestiones bajo la lupa de Migraciones es que en varios pasos internacionales el trámite migratorio lo hacía el propio chofer del micro. El conductor juntaba los documentos o pasaportes de los pasajeros y hacía el trámite en ventanilla sin que los usuarios bajaran del micro, lo que reducía la efectividad de los controles. La nueva modalidad que implementará el Gobierno buscará terminar con estas irregularidades.