En su último parte del miércoles por el submarino desaparecido la Armada comunicó el registro de una “anomalía hidroacústica” o ruido que podría haberse originado desde el ARA San Juan el miércoles pasado, cuando se perdió el contacto con la Base. La fuerza investiga justamente si este registro se trató de una explosión en las baterías, a partir de un cortocircuito, que puede llegar oírse en superficie. El ruido se detectó ese día a las 11, tres horas después de la última comunicación con la Base.
El sonido se registró a unos 48 kilómetros (30 millas) al norte de la última posición registrada del ARA San Juan, por lo que ahora se trasladarán nuevamente hacia esa zona (que ya había sido rastrillada) buques de guerra de la Armada y un avión de la Fuerza Aérea de Brasil, para corroborar este indicio. Igualmente, cuando le preguntaron si la “anomalía hidroacústica” podría ser una explosión, respondió: “Es un ruido, no hacemos conjeturas”.
“Este nuevo indicio será analizado en los Estados Unidos a requerimiento de la Armada por agencias que se dedican especialmente a buscar elementos acústicos del mar en todo el mundo”, dijo Balbi.
Desde San Diego la teniente Lily Hinz, de la Armada estadounidense, dijo que este sonido no podía atribuirse a la vida marina o a algún ruido que se produzca en el océano en forma natural. Aunque tampoco quiso conjeturar si podría haberse tratado de una explosión e indicó que los expertos desconocen qué lo causó. “No fue una ballena, y no es un sonido que ocurra con regularidad”, afirmó.
A más de una semana de la desaparición del submarino con sus 44 tripulantes no se sabe nada del navío, a pesar del enorme operativo de rescate con un fuerte asistencia internacional que se desplegó, con la participación de potencias militares como Estados Unidos, Gran Bretaña y con Rusia a punto de sumarse. La búsqueda atraviesa la etapa crítica, especialmente por la autonomía del oxígeno en el ARA San Juan.
La desaparición está bajo investigación de la justicia federal. “Hay información muy sensible que obedece a secreto de Estado; estamos hablando de una embarcación de guerra. Me permito guardar algunos detalles”, dijo la magistrada Marta Yáñez, de de Caleta Olivia, donde la Marina radicó la denuncia. “Hoy no tenemos delito, estamos buscando 44 personas que esperemos estén con vida”, indicó.