“La mató por ser mujer, ella ya no quería estar con él”. El caso de Karen Arias pertenece a la larga lista muertes por violencia machista que todos los días suma una víctima distinta y el resumen, triste y grave, lo hizo su mamá, María.
Karen y su novio, Facundo Rodríguez, estaban juntos desde hacía nueve meses. La familia de ella todavía no lo conocía bien, pero parecía un buen chico. Parecía, pero un 21 de abril, hace poco más de un año, le pegó un tiro en la cabeza y la adolescente murió en el acto.
En aquel momento el joven, que ahora tiene 20 años, dijo que dos hombres los habían asaltado y que uno de ellos le disparó. Después, terminó confesando que había sido él. “Nunca fue mi intención asesinarla sino asustarla”, fue su débil intento de justificación. ¿Asustarla por qué? Para que no lo deje.
“No puedo entender por qué nos la quitó así. Ese día nos mató a nosotros también”, se lamentó José Arias, su papá.
El juicio se llevó a cabo en un tribunal de La Matanza y duró dos semanas. La decisión de la justicia fue que Facundo era culpable y lo condenó a 24 años de cárcel, pero no lo consideró femicidio. Sin ese agravante, se frustró la expectativa de los padres de Karen que pedían cadena perpetua.
FEMICIDIOS
En 2012, se aprobó una ley que castiga con cadena perpetua al hombre “que mate a una mujer o a una persona que se autoperciba con identidad de género femenino”.
Sin embargo, todavía no es fácil que se aplique. “Falta capacitación en los jueces y fiscales. Es un tema cultural”, le dijo a AFP Fabiana Tuñez, presidenta del Consejo Nacional de Mujeres.
