El presidente del Banco Central, Federico Sturzenegger, destacó que la inflación núcleo del último trimestre “es la más baja de la gestión” que lleva al frente de la autoridad monetaria y celebró que “el proceso de desinflación ha continuado de manera sostenida durante todo el año”. Estas evaluaciones las hizo pese a que el Índice de Precios al Consumidor del Indec marcó un sorprendente 1,9 por ciento para septiembre.
El último dato de inflación del Indec generó alarmas. Bancos y consultoras empezaron a rever sus previsiones para los próximos meses. En sintonía con el Gobierno, los empresarios plantearon dudas sobre la concreción de las metas previstas para el próximo año.
Sin embargo, en conferencia de prensa, Sturzenegger relativizó el último indicador del Indec. “Los números puntuales de un mes a veces suben y a veces bajan, pero cuando miramos el proceso en perspectiva más temporal, el proceso de desinflación ha continuado”, indicó.
El funcionario tomó la inflación núcleo, una variable que mide el Indec y que sigue la evolución de los precios sin tener en cuenta aquellos regulados (como tarifas) o estacionales. Este IPC suele considerarse como una lectura más estructural, que permite seguir la tendencia de los precios más allá de situaciones puntuales.
“La inflación núcleo del último trimestre es la más baja de la gestión y es el preludio de futuras reducciones”, dijo Sturzenegger. En los últimos tres meses, la tasa promedió el 1,6 por ciento mensual, cuando desde entre el tercer trimestre de 2016 y el segundo de 2017 fue del 1,7 por ciento por mes, argumentó. Además, insistió en que, pese a la suba trimestral que implicó un aumento del 1,4 a 1,6 por ciento entre agosto y septiembre, “el último trimestre se ubica en los valores más bajos de esta serie”. Sturzenegger aclaró que la inflación, de todos modos, “sigue siendo muy alta para los objetivos del BCRA”.
El funcionario enfatizó que espera cumplir con la meta prevista para el año próximo, del 10 por ciento anual a diciembre de 2018, con un rango de dos puntos hacia arriba o hacia abajo. “Todos los escenarios de desinflación llevan a una inflación del 10 por ciento punta a punta en 2018”, dijo.
Sturzenegger contrastó ese número con el 15,8 por ciento que esperan los economistas, según el consenso del Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM) del BCRA. “Tenemos que trabajar más y mejor para esa convergencia de expectativas en los próximos meses y años”.
Defendió también su política de tasas de interés como antídoto contra la inflación. Relató que los índices de precios subieron cuando el BCRA relajó de manera “excesiva” su política monetaria, a comienzos de año. Cuando el Central subió la tasa, relató, las expectativas de inflación se redujeron.
Si las tasas de interés subieron cuando la inflación no cedía, ¿Hay margen para volver a incrementarla ahora?, quiso saber TN.com.ar. “Es una cuestión de análisis y de evaluación permanente”, replicó Sturzenegger. “El 1,4% de inflación de agosto nos dejaba bastante bien parados para encarar la meta (de 2018); en septiembre no fue lo que esperábamos. Hay que esperar a ver cómo viene octubre. Los indicadores preliminares de alta frecuencia vienen bastante interesantes; es un proceso en el que uno tiene que ir actualizando su visión permanentemente”, sostuvo.
El funcionario dio a entender que la política de tasas altas continuará. “Hemos tenido un proceso de desinflación muy grande (entre 2016 y 2017) y, a pesar de esa desinflación, el Banco Central ha actuado con mayor firmeza. Hoy estamos en una tasa de interés real más alta que la del año pasado”, a pesar de que el IPC anual cayó de un 36% a un 23% esperado para fines de 2017.
Sturzenegger confía en que las paritarias del año entrante sigan la meta de inflación del BCRA, del 10 por ciento, con cláusula gatillo. Y consideró que el aumento de tarifas anunciado será menor a los que ya sucedieron. En su opinión, esos factores no pondrán en riesgo el avance de precios previsto por la autoridad monetaria y replicado en la elaboración del Presupuesto 2018.