Un estudio realizado en Argentina reveló que siete de cada diez mujeres desean mejorar el aspecto de sus pestañas. De esta demanda seguramente surgieron los tratamientos estéticos que prometen darle darle un marco más atractivo al ojo y lograr un cambio de look instantáneo. Entre las opciones más conocidas se encuentran las pestañas postizas permanentes o semi permanentes y con una terminación mucho más natural que las de otras décadas y las tinturas y permanentes de pestañas.
La pregunta frecuentes, antes de realizarlos, es si resultan seguros para los ojos. La primera aclaración es realizarlos en centros especializados y que cuenten con la máxima higiene.
También es importante asegurarse que los productos estén aprobados por ANMAT (Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología médica). Por ejemplo, la legislación actual limita el uso de colorantes en cosméticos a aquellos que implican un alto riesgo de alergias.
Más allá de la recomendación general, en el caso de las pestañas postizas la Academia Americana de Oftalmología aclara que durante su uso pueden surgir infecciones en la córnea y párpados, hinchazón y pérdida de las pestañas, que puede ser temporal. Para minimizar estos riesgos, es importante no utilizarlas en forma frecuente. Tampoco es conveniente realizar una aplicación casera, porque al ser mal utilizadas pueden atrapar polvo y bacterias.
En cuanto a la tintura, es fundamental aclarar que se trata de una sustancia extraña y ajena al cuerpo en una zona muy delicada. Por eso, conviene ser extremadamente cuidadosos. La permanente, por su parte, hace que las pestañas se caigan anticipadamente.
El tratamiento con gotas durante varios días permitirá contrarrestar estos efectos adversos.
Si se busca una opción segura y probada clínicamente, la alternativa son los productos que contienen la droga bimatoprost, la misma que se utiliza en el tratamiento del glaucoma. Es un tratamiento de uso tópico y de aplicación sencilla. Da volumen a las pestañas y suma profundidad a la mirada. De esta forma, se aprovecha el máximo potencial natural, sin necesidad de un maquillaje intenso.
Por el doctor Ezequiel Chouela, dermatólogo de la Sociedad Argentina de Dermatología y director del Centro Chohuela.
