Para un feto es una enzima que marca la diferencia entre la vida y la muerte, un escudo que lo protege del sistema inmunológico de la madre que, de otro modo, acabaría con él pensando que es una infección.
Esta enzima, llamada IDO, es ahora el componente fundamental de la próxima ola de investigación sobre el cáncer.
Con Incyte Corp. a la cabeza, se está experimentando con un medicamento que inhibe la enzima y elimina la nube de protección que rodea al tumor. Ya hay cuatro gigantes farmacéuticos – incluyendo Merck & Co – cooperando con la pequeña empresa de Wilmington, Delaware.
Aunque aún es temprano, se espera llegar a diseñar un ataque combinado de dos puntas: un inhibidor de IDO desnudaría al tumor, lo que permitiría a las células que combaten infecciones (reforzadas con terapias existentes) dar el tiro de gracia.
“Creemos firmemente que en los próximos años este puede convertirse en el nuevo estándar para el tratamiento del melanoma”, dijo Jason Lucas, profesor asistente de medicina de la Universidad de Chicago.
IDO fue el tema predominante entre médicos e inversionistas el fin de semana pasado durante la reunión anual la Sociedad Americana de Oncología Clínica en Chicago.
Los primeros resultados obtenidos en un número significativo de pacientes han sido prometedores, pues confirmaron que agregarle el placebo de Incyte a fármacos oncológicos como Keytruda de Merck aumenta su eficacia sin aumentar significativamente los efectos secundarios.
Se prevé que el próximo año se tengan los resultados finales para poder comercializar una combinación del nuevo placebo con Keytruda para el melanoma.
El campo de investigación de terapias que usan las defensas del sistema inmunológico para combatir tumores, conocido como inmuno-oncología, ha explotado en los últimos tres años. Brinda principalmente esperanzas a pacientes en quienes las rondas de quimioterapia no han funcionado, y ha creado éxitos comerciales como Keytruda.
Sin embargo, aunque es muy eficaz para ciertos pacientes, la inmunoterapia sólo funciona en menos de la mitad de los casos.
Para mejorar las tasas de éxito, las empresas farmacéuticas han probado combinar sus terapias de inmunoterapia con otros tratamientos: una iniciativa monumental con casi 2.000 cócteles de medicamentos actualmente en estudio, según Michael Schmidt, analista de biotecnología de Leerink Partners en Boston.
De tener éxito, los medicamentos IDO podrían crear un mercado de entre USD 3.000 y USD 5.000 millones anuales, agregó.
Uno de los principales desafíos sería el precio. Los nuevos medicamentos contra el cáncer cuestan entre USD 100.000 y USD 150.000 anuales por paciente. Mezclar dos o tres medicamentos en una terapia combinada podría hacer que los precios se disparen.
“La cuestión es cómo vamos a pagarla “, dijo Sam Fazeli, analista de Bloomberg Intelligence en Londres. “Tendría que darse una diferencia significativa en la capacidad de respuesta del paciente o en la duración de su respuesta. Sólo el tiempo lo dirá”.
La idea de inhibir IDO fue concebida por primera vez en 1998 en un estudio publicado en Science que examinaba la interacción entre las células T del sistema inmunológico y el triptófano, un aminoácido esencial que provee de combustible a las células T. La enzima indoleamina, o IDO, puede descomponer el triptófano, debilitando a las células T y haciendo que dejen de funcionar.
Los embriones explotan este sistema expresando IDO y evitando la activación de las células T de la madre, dando lugar a lo que los investigadores denominan la “paradoja de la supervivencia fetal”. Cinco años más tarde, investigadores belgas encontraron que la mayoría de los tumores humanos también expresan IDO, permitiéndoles crecer libremente.
Los primeros esfuerzos de Incyte fracasaron: por sí solos, los inhibidores IDO no lograron destruir las células cancerosas y la compañía recurrió entonces a socios como Merck, Bristol-Myers Squibb Co., Roche Holding y AstraZeneca.
“Nos volvimos un poco promiscuos”, dijo Steven Stein, director médico de Incyte.
Además del estudio que combina placebo con Keytruda para el tratamiento del melanoma, Incyte y Merck están probando el cóctel en otros cuatro tipos de tumores, incluyendo cánceres de pulmón, vejiga y riñón. Por separado, Merck, Bristol-Myers y Roche están desarrollando su propio inhibidor IDO. Adicionalmente Roche está trabajando con NewLink Genetics Corp., una pequeña compañía farmacéutica con base en Iowa que tiene una droga IDO experimental.
“Es un aspecto importante de la lucha contra el cáncer que las empresas puedan trabajar unas con otras”, dijo Herve Hoppenot, director ejecutivo de Incyte.
Aun así, los investigadores y la industria advierten que todavía es pronto.
“Este es el comienzo de un viaje muy largo”, dijo Bob Abraham, jefe del grupo de investigación y desarrollo de oncología en Pfizer Inc., que también está entrando en la carrera. “Es muy difícil de determinar en este momento el siguiente gran paso.”
Luke, el oncólogo de la Universidad de Chicago, está de acuerdo.
“Todos hemos estado aquí antes, donde todos estábamos esperanzados y no funcionó”, dijo Luke, un defensor de los inhibidores IDO y uno de sus primeros usuarios. “Tenemos que demostrarlo. En oncología, nada es verdad hasta que no sea verdad”.