Sólo en octubre, ya son 19 las víctimas de femicidios

Los últimos casos ocurrieron en Florencio Varela y Lanús. Sus parejas las apuñalaron y más tarde se suicidaron.

Separados por pocos kilómetros y con dos días de diferencia, dos femicidios sacudieron el Sur del Gran Buenos Aires. Los dos casos coincidieron en un detalle macabro: los asesinos se suicidaron tras apuñalar a sus parejas. Silvia Ruiz (55) trabajaba en Florencio Varela y estaba en pareja desde hacía ocho meses. Como la relación no funcionaba, decidió terminarla pero su novio la mató y luego se arrojó a las vías del tren. En Lanús, Vanesa Moreno (38) discutió con su pareja, que la asesinó y se ahorcó. Según un relevamiento de la organización Mujeres de la Matria Latinoamericana (MuMaLá) se produjeron 226 femicidios en lo que va del año, uno cada 31 horas. Sin embargo, la ola de violencia machista creció en forma alarmante en octubre: en 17 días se registraron 19 muertes: una cada 21 horas.

La dietética “Al Natural”, ubicada en San José 1471, no abrió durante toda la tarde del jueves y llamó la atención de los vecinos del barrio Don Orione, en Florencio Varela. Ellos llamaron a uno de los hijos de Ruiz para preguntarle qué pasaba. Cuando llegó, el joven se encontró con lo peor: su mamá tendida en el suelo y ensangrentada. “Pensamos que habían entrado a robar, aunque no vimos nada revuelto y tampoco faltaba plata. Nunca imaginamos lo que en realidad había pasado”, relató Claudio Losada, ex marido de Silvia con quien tenía dos hijos y mantenía una buena relación a pesar de haberse separado.

Lo que pasó fue que Claudio Rajoi (59) -quien salía con la mujer desde hacía ocho meses- se acercó hasta el local para charlar con Silvia: no entendía por qué ella quería terminar el noviazgo. Discutieron y entonces él tomó un cuchillo y la apuñaló. La dejó tirada en el depósito y salió. Caminó unas 10 cuadras hasta las vías del tren Roca y allí se suicidó tras arrojarse bajo una locomotora. “No era una persona violenta, o por lo menos nunca nos enteramos de que la golpeaba o que la maltrataba. Uno de los chicos me contó que la mamá le había dicho que era algo celoso, pero nada preocupante. Al contrario, me dijeron que era servicial”, agregó Losada, que lucía conmovido.

A uno 20 kilómetros, en Villa Obrera, Lanús, a la hija de Vanesa Moreno (38), le llamó la atención que su mamá no le respondiera los mensajes ni le atendiera los llamados por el Día de la Madre. Una, dos, tres, diez veces intentó comunicarse, pero nadie atendía. Se preocupó y fue a visitarla. Al entrar a la casa de Chacabuco 644 descubrió una escena de terror: Vanesa asesinada en el baño y su pareja, Alejandro Ruiz (40), ahorcado, colgado de una soga en el lavadero. Una vecina -que prefirió no dar su nombre- contó que hacía unos días los había visto discutir en la calle a los gritos: “Vivían acá desde hacía unos años, alquilaban. Pero no se relacionaban mucho, eran más bien reservados”, dijo y contó que la mujer siempre estaba con su nieto de 3 años, el que según las fuentes de investigación habría presenciado todo lo que pasó.